HESTIA

13.El París de las luces.

El mundo en el que había aterrizado Néstor era muy distinto al que esperaba encontrar.

Los habitantes de Hestia, habían permanecido a salvo durante siglos y al no envejecer sus rostros, el tiempo se había distorsionado en sus cabezas desde el fin de las guerras Púnicas.

En el mundo exterior la actitud egoísta tomada por los dioses trajo consigo el punto de inflexión en la historia que había anunciado la diosa Hestia a Andrómaco, hacía ya casi dos mil años .

Grecia consiguió ganar la guerra y a pesar de la gran derrota sufrida en el paso de Caristo y los intentos de los persas por conquistar Atenas, Pericles, (y no unos dioses cobardes) supo devolverle a su pueblo las tan anheladas victorias de siglos anteriores.

En esa Grecia posterior a la guerra, los filósofos más cercanos, entre el dolor de lo ocurrido y la vergüenza del abandono, comenzaron a cuestionar las creencias religiosas tradicionales.

Buscaron explicaciones más racionales y lógicas para los fenómenos naturales y el propósito de la vida, sentando las bases del pensamiento racional y secular.

Séneca, un joven filosofo estoico enfocó sus enseñanzas en el desarrollo individual y la virtud personal, alentando a las personas a buscar la sabiduría, vivir de acuerdo con la razón y cultivar su propio carácter virtuoso.

Destacó la importancia de la ética, la autodisciplina y la superación de los deseos materiales.

Promovió la idea de que los seres humanos son capaces de encontrar la felicidad y la plenitud dentro de sí mismos, a través de la autotransformación y la conexión con los demás.

Plutarco, en cambio enfocó sus enseñanzas en la historia, la moral y la educación. Destacó la importancia de aprender de los grandes personajes históricos y de las virtudes que encarnaron.

Alentó a las personas a buscar modelos éticos y morales en lugar de depender de los dioses ,y promovió la idea de que los seres humanos son responsables de su propia conducta y deben esforzarse por llegar a ser ejemplos virtuosos para los demás, incluso en ausencia de la influencia divina.

A medida que las civilizaciones entraban en contacto y se expandían, surgieron nuevas religiones y prácticas espirituales.

Esto llevó a una diversificación religiosa y a una mayor competencia entre diferentes creencias, erosionando la influencia de las tradiciones religiosas establecidas.

Con el desarrollo de ciudades-estado y el establecimiento de estructuras políticas más complejas, la autoridad religiosa comenzó a compartir espacio con las estructuras de poder secular. Los líderes políticos y militares ganaron prominencia, y la legitimidad y el control social se basaron cada vez más en la autoridad secular.

Aunque los griegos no vivieron nunca una dictadura propiamente dicha, en el siglo I en Roma se produjeron grandes cambios, al caer la Republica e instaurarse el Imperio Romano.

Octavio Augusto estableció en todo el Imperio, un gobierno oficialmente ateo, promoviendo la negación o supresión de la religión en todas sus formas. Esto trajo consigo la prohibición de los cultos y rituales religiosos, y la imposición de una ideología secularista como base del gobierno y la sociedad.

En lugar de enfocarse en los dioses tradicionales, Octavio Augusto promovió un culto a su propia persona como líder supremo. Con ello, vino la creación de una religión oficial centrada en la adoración y obediencia al líder, donde su figura se considera divina o semidivina.

Los emperadores posteriores, ante el malestar de una parte del pueblo, y con la idea de establecer un mayor control sobre el pueblo, no negaron la existencia de los dioses por completo ante la falta de una ciencia racionalista desarrollada que reemplazase al culto a los mismos, pero los dioses ya no formaban parte de la escena cotidiana de los ciudadanos.