SOBRE MI CADAVER

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EN ALGUN LUGAR DEL REINO

La cuarta princesa del reino de Liones buscaba con desición y desesperación al madito asesino de Hendrickson, hasta que lo sintio, su poder magico junto con el de otros, en ese mismo lugar se podia sentir el poder magico de Meliodas, luchando contra el, y ahí es a donde le interesaba llegar a la albina, hacia aquel campo de batalla mortal a enfrentar a ese malnacido, sin perder un segundo mas se dirigio lo mas rápido posible hacia aquel lugar.

La lucha entre Meliodas y Hendrickson era una batalla sin cuartel, una carnicería a decir verdad,  una pelea a muerte y para rematarla aparecieron el Caballero Sacro Gilthunder y la Hechichera Vivian, tres contra uno es demasiado, pero el rubio tampoco se las dejaba tan facil, y para colmo, Elizabeth aun no aparecia.

Las ondas de choque de poder en ese lugar se podían percibir y ver a varios kilómetros a la redonda, estaban igualados, pero no podían confiarse, debían eliminar a como fuera lugar al Capitan de los Siete Pecados Capitales, él era el mas peligroso de aquella traidora orden.

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Los choques de poder del rubio y el Caballero Sacro eran impresionantes, se igualaban de un modo unico, pero en un descuido en el que el rubio se encontraba concentrado en su contricante, que no se habia dado cuenta que el de ojos atigrados intento darle un golpe mortal con su espada, cosa que apenas pudo esquivar.

Hendrickson: Impresionante lograste esquivarlo.

Lunala: "¿Y TÚ PUEDES ESQUIVAR ESTO?" - Pregunto con coraje atacándolo y separándolo de un solo golpe del rubio con una espada que quien sabe de donde lo consiguio - "PUES A VER SI PUEDES CON ESTO" - Advirtio amenazante haciendolo retroceer varios metros.

Hendrickson: Princesa Nalu ¿A que le debo el honor de su visita? - Sin imutarse.

Lunala: Maldito bastardo vas a pagar por lo que le hiciste a Helbram - Estaba realmente enojada y adolorida, y como no, si le arrebato una parte de su corazón.

Hendrickson: ¿Acaso se encuentra molesta por lo que le sucedio a esa insignificante hada? ¿A usted? ¿Una princesa? y por si fuera poco por alguien de un rango y poder sumamente inferior que cualquiera de los que nos encontramos aquí presentes, pero que conformista es princesa - Se burlaba.

Lunala: Maldito, te voy a quitar esa estupida sonrisa de esa horrenda cara, tú no sabes lo es tener ideales, luchar por lo que uno quiere, lo que nos importa, que no te interesa utilizar y manipular a quien sea a tu favor ¿Pero que te hizo él para que le hiceras eso? - Reclamo con dolor y rencor.

Hendrickson: Absolutamente nada, solo sirvió para mis propósito, no fue mi culpa que lo hayan asesinado de una manera tan patetica, eso quiere decir que no era merecedor de existir en nuestro nuevo reinado, esta nueva era, al final no sirve.

Lunala: No voy a permitir que hables asi de él esa manera, voy hacer que te tragues tus palablas, vas a pagar - Argumento lanzándose a su ataque nuevamente tratando de luchar contra él.

La verdad, no estaba muy segura lo que estaba haciendo, era la primera vez que luchaba contra alguien que no fueran sus tutores, pero no lo hacia nada mal, solo debía evitar recibir algún daño mortal.

Pero para su mala suerte, la metiche de la hecicera Vivian la ataco por la espalda dejándola fuera de combate por un momento, en lo que trataba de recuperarse del ataque, el de ojos atrigados se unio en la batalla contra Meliodas, atacándolo junto a Gil.

Sorpresivamente, en un giro inesperado de las cosas, del destino o de lo que tu quieras llamarle, Gilthunder salvo a Meliodas y se fue contra Hendrickson cortándole el brazo derecho, haciendo con esto, que el mas joven se lazara a atacarlo con toda la ira y el rencor que tenia en contra de el por haber conspirado con Dreyfus en haber asesinado a su padre hace años.

""TU CALIDO CORAZON""Donde viven las historias. Descúbrelo ahora