DUDA

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Ya había pasado varías semas donde el fatídico final fue con la muerte de Meliodas, y con los Mandamientos dispersos por toda Britania, los Siete Pecados hicieron lo mismo para proteger y ayudar en lo que más podía a lo más débiles y necesitados.

King y Diana se fueron al bosque del Rey Hada a proteger a los suyos, el Rey Arturo regreso a su reino y Elizabeth se fue con Hawk para esconder y proteger el cuerpo de Meliodas.

Lunala, Ban, Escanor, Merlin y los demas decidieron quedarse a proteger el Reino de Liones, Gower también se encontraba con ellos pero lo tenían bajo custodia encerrado en una celda por sospecha de traición, Helbram también se quedó en el Reino, obviamente este no dejaría a Lunala, en donde estuviera ella, el estaría para cuidarla y protegerla, de todas maneras si algo malo sucedía, Arlequin le dijo que su invitación estaba en pie.

El reino de Liones se encontraba en una lucha a muerte contra los Diez Mandamientos, entre ellos se encontraban los mandamientos de la Paciencia y del Reposo, este último no fue con la intención de luchar, aunque tenía que fingir delante de los demás demonios para no ser descubierto, él solo iba con la única intención de reencontrarse con alguien en específico.

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Se encontraba en la puerta sur del reino, defendiendo el lugar de demonios de bajo rango, que no eran muy poderosos pero en masa son una verdadera molestia, al terminar de matar a los últimos vio a unos metros delante él a Lunala de espalda, o eso creyó.

Helbram: Lunala ¿Qué haces aquí? - Preguntaba acercándose a ella - Sabes que es peligroso, te dije que...

Xxx: ¿Morirías por ella?

Escucho que le decía la dulce voz de una mujer, haciendo que se detuviera en el instante, esa no era Lunala.

Helbram: ¿Pero... Qué? - Apenas articulo mirando con sorpresa a aquella extraña.

Xxx: ¿Morirías por ella? - Volvió a preguntar ladeando un poco la cabeza para mirar al hada, pero este no respondió.

Soldado: Sir Helbram.

Escucho que lo llamaban volteando a ver hacia quien lo llamaba, y por esa breve fracción de segundos regreso la vista a la peliblanca que estaba frente a él, pero ya no estaba.

Soldado: Señor, los Diez Mandamientos ya están dentro del castillo.

Helbram: Maldición - Vocifero al escuchar al soldado volando rápidamente hacia el castillo en la búsqueda de su amada.

Mientras tanta en la sala del trono Megan, Lyna y Guila se encontraban resguardando al Rey, Margaret, Veronica y Lunala, esta última dando una que otra molestia.

Lunala: Quiero salir a luchar - Decia con insistencia.

Megan: ¿Eres burra? Si sales te atraparan, ellos vienen por ti.

Lunala: Pero.

Lyna: Pero cállate y no seas terca - Ordeno muy molesta la pelirroja, viéndola con el ceño fruncido.

Lunala: Oye, nunca me habías hablado así - Reclamo con un puchero.

Lyna: Llegaste al límite de mi paciencia, ofuscas a todos, así que comporte - Ordeno la pelirroja.

Lunala: Hay voy a llorar - Dijo con ojos vidriosos la albina, ese regaño se lo esperaba de su nana, no de su Lyna.

Megan: Mocosa impertinente, te lo mereces - Dijo burlona viendo a la albina.

Margaret quien estaba más cerca de ella la abrazo para consolarla sobándole la espalda, hasta que un fuerte estruendo se escuchó por todo el lugar cimbrando toda la edificación y destruyendo parte de ella, obligando a los que estaban en la sala del trono salieran rapidamente del lugar.

""TU CALIDO CORAZON""Donde viven las historias. Descúbrelo ahora