PERDON

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Lyam: Al fin sales de tu escondite - Dijo Feliz el chico viendo hacia la dirección de donde se había lanzado el ataque.

De entre en medio de la multitud de colores comunes y opacos, se realzaba una llamativa y brillante cabellera tan blanca como la nieve, admirando su belleza, y en verdad que lo era, el pelirrojo había quedado impresionado con ella el día que la enfrento en Liones, comprobando que no solo era una cara y un cuerpo bonito.

Lunala lo miraba con ira retenida ¿Cómo se atrevía a tratar a gente inocente así? Estaba a punto de asesinar a un niño.

Aldous: No puede ser ¿Es ella? - Pregunto nervioso levantándose junto a Leonilda asustados de ver a aquella jovencita tan idéntica al linaje antiguo de la familia Lunar, su peor pesadilla se había vuelto realidad y se encontraba frente a ellos.

Ceren: Si Padre - Dijo con asco y desprecio - Es esa la maldita zorra, ella es la culpable de la muerte de Luan - Dijo con rencor, jamás lo olvidaría, en verdad quería venganza por la muerte de su hermano.

Lyam: Nos volvemos a ver preciosa ¿Me preguntaba cuánto tiempo más podrías ocultarte? En verdad pensé que dejarías que este pobre niño se sacrificaría por tí, pero veo que tienes corazón.

Lunala: Libéralo ahora mismo - Ordeno ignorando su monologo.

Lyam: Veo que tienes la intención de tomar su lugar ¿No es así? solamente así puedo liberarlo.

La tensión estaba palpable, por un lado los Pusset con su legión de soldados y asesinos que se encontraban rodeando el lugar amenazando a inocentes, y del bando contrario estaban en un problemón, porque solo se encontraban pocos miembros de la resistencia y el grupo de la albina listos para lo que sea.

Pero tenían que hacer algo para que principalmente los civiles no salieran dañados; Ancianos, jóvenes y niños, personas que no sabían luchar y que podrían ser daño colateral, es lo menos que quería Lunala, no quería que nadie muriera, no lo soportaría, tenía que pensar en alguna solución pero ya.

Lyna: ¿Qué vamos hacer? - Articulo en un susurro muy preocupada, fuera del alcance de la vista de odio de aquellos dos que parecían que en cualquier momento podrían destruirse con la mirada.

Megan: Algo rápido pero ya - Respondió con el mismo tono de voz - Maldita sea, esto no debería de estar pasando.

Helbram: ¿Puedes modificar sus pensamientos para tener tiempo de huir?

Megan: Son demasiados y no enfoco donde se encuentran todos, ademas, me es imposible entrar en la mente de ese giganton - Refiriendose al principe de ese reino.

Pero de la nada, sin percatarse de cómo se había movido tan veloz, la princesa ya se encontraba luchando contra aquel infame pelirrojo.

Meg/Hel/Lyn: "LUNALA" - Gritaron su nombre por la sorpresa de verla ¿Pero en qué momento se había movido de su lugar?

Megan: "MALDITA SEA" - Grito desesperada - Esto esta mal, no es tiempo aún - Decia con verdadera preocupación.

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver que varios caballeros del reino empezaron a atacar a Helbram, para luego del otro lado:

Ceren: "Eres tú maldita perra traidora" - Grito al verla con coraje, al principio no estaba muy segura de que fuera ella, pero al irse acercando para corroborarlo, la pudo reconocer aunque tuviera oculta su apariencia - "Esta vez te voy a matar".

La rubia al escuchar aquellos gritos se dio cuenta de que Lyna había empezado a luchar contra aquella pelirroja llamada Ceren, para ese punto iba en su ayuda contra aquella loca y desquiciada mujer, pero la rubia había sido detenida por aquel verdugo feo, panzón y mal oliente que se encontraba en la explana hace unos momentos, ahora cada quien teniendo su propia batalla.

""TU CALIDO CORAZON""Donde viven las historias. Descúbrelo ahora