Vamos, Matsuno, concéntrate ─la respiración de Baji en su oído provocó un escalofrío involuntario que corrió por el cuerpo de Chifuyu y haciendo que fallara otro objetivo─. Puedes hacer más que esto, sé que puedes ─insistió Baji.
Chifuyu sabía que era difícil, pero al parecer no podía evitarlo. Había pasado varios días desde su enfrentamiento en el campo de tiro de los Needlers y la tensión dentro de él estaba llegando a un punto culminante. Parte de ello tenía que ver con el hecho de que cada vez que Baji entraba por la puerta de su cuarto, Chifuyu tenía que besarlo. Bueno, no exactamente, Chifuyu sabía que su compañero no forzaría la situación si él decidía no practicar el beso casual que formaba parte de la extraña subcultura de los Needlers, aquí en La Academia. Pero Baji tenía razón, se dijo a sí mismo. Si no se acostumbraba a ello se sentiría raro la próxima vez que fuera al salón. Así que cada vez que Baji entraba por la puerta, Chifuyu le daba un beso y aceptaba un beso a cambio.
No le gustaba admitir que los besos duraban más de lo necesario y como habían pasado a ser algo más que casuales. Varias veces había terminado acostado en la cama con Baji encima de él, besándolo de forma insensata, su polla moliendo su vientre mientras el duro eje de Chifuyu se frotaba contra su muslo. Pero justo cuando sentía que iban a llegar a algo más, el cadete más viejo siempre se alejaba con algún comentario sarcástico. Era enloquecedor, sobre todo porque Chifuyu todavía no había tenido tiempo a solas para aliviar su creciente necesidad.
Pero no era sólo el grado de tensión que alcanzaba mientras practicaba con Baji en el simulador. También tenía que ver con el hecho de que, recientemente, su compañero había decidido trasladar sus sesiones de práctica al campo de tiro de los Needlers. La mitad del tiempo que permanecían ahí, los otros cadetes follaban durante la práctica, lo que, para Chifuyu era una gran distracción.
Tratando de canalizar su energía en alcanzar sus metas en lugar de escuchar lo que Wakasa y Shinichiro estaban haciendo a su izquierda, Chifuyu se concentró en el siguiente grupo de objetivos que el simulador lanzó en su camino. Los mandos JP saltaron en sus manos cuando tres de los cinco fueron destruidos. Los otros dos escaparon.
─Cualquiera de esos podría habernos matado. Dijo lacónicamente Baji en su oído, no lo acusaba, simplemente manifestaba un hecho─. ¿Qué pasa, Matsuno, es tu mano, aún te molesta?
─No, se siente bien ─Chifuyu flexionó la mano en cuestión, agradecido una vez más
por el estimulador de crecimiento óseo que el paramédico le había introducido. La
fractura que había conseguido en su quinto metacarpiano, el técnico la había llamado
"fractura de boxeador", había sido curada en cuestión de horas gracias a la avanzada
tecnología. Por supuesto, ahora Baji era más cuidadoso al masajear sus manos cada noche, pero a Chifuyu no le importaba. De hecho, muchas cosas le importaban menos de lo que lo hacían cuando llegó a La Academia, lo que le preocupaba si es que se ponía a pensar en ello.Así que se esforzaba para no pensar en ello.
Le disparó a otro grupo de objetivos y acertó cinco de los seis.─Mejor ─Baji sonó pensativo─. Pero aún no es suficiente para mantenernos con vida y mucho menos para ser los número uno. Pensé que querías ser el primero, Ojos Azules.
─¡Maldita sea, lo estoy intentando! ─murmuró Chifuyu, sus ojos rastreando en el interior de la máscara de metal inteligente─. Pero es algo difícil cuando puedo escuchar... a esos dos todo el tiempo follando mientras estoy tratando de disparar ─a su izquierda podía oír los constantes jadeos y gemidos.
─¡Oh Dios, bebé, fóllame! ¡Úsame duro! ─el cadete con los ojos color negro jadeaba.
─¿Qué, te refieres a Wakasa y Shinichiro follando? Acostúmbrate ─dijo Baji despectivamente.