Epílogo

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Baji, tómatelo con calma. ¿Estás seguro de que quieres regresar? ─Chifuyu observó a su compañero ansiosamente mientras Baji caminaba por el pasillo hacia su habitación. Aunque el otro Needler se movía con esa tranquila arrogancia, Chifuyu pensó que aun podía detectar cierta rigidez en el modo de andar de su compañero.

─Relájate Ojos Azules, ha pasado un mes completo y me estaba muriendo por salir de esa endemoniada enfermería desde el momento en que me pusieron allí. Estoy bien.

Chifuyu asintió mientras se mordía el labio para evitar decir nada más. Aun así, mantuvo su entrenada mirada en la delgada y musculosa figura a su lado, listo para ofrecer ayuda si Baji llegara a mostrar la más mínima señal de necesitarla.Había pasado un mes entero desde el tiroteo, uno de los mejores y de los peores meses en la vida de Chifuyu. El mejor porque estaba otra vez con el hombre al cual, ahora podía admitirlo a sí mismo y a todos los demás, amaba. Incluso le había enviado un info-
video a Amanda, diciéndole que no tenía que esperarle porque había encontrado a
alguien más. No le había dicho exactamente quién, pero creía que ella podría sacar sus
propias conclusiones, ya que no había estudiantes ni personal femenino en La Academia.

En cuanto a sus padres, había decidido que se lo diría a su debido tiempo. De todas maneras se enterarían pronto si los vídeos de noticias seguían indagando cómo se tripulaba un Needle. Ya había especulaciones, porque todo el mundo tomó un nuevo interés en la tecnología que había salvado al planeta. A Chifuyu realmente no le importaba qué salía a la luz o quién sabía lo que ocurría entre un piloto y su artillero una vez que estaban encerrados en el Needle volando en el espacio profundo. No, mientras tuviera el amor de Baji para sostenerlo, ellos podrían soportar cualquier tormenta juntos.

Pero aun si estaba deleitándose en el retorno de su compañero, había sido el peor mes de su vida también. Eso se debía a que en el minuto en el que Baji estuviera completamente recuperado sería transferido de La Academia al Cuartel General de la Flota en el lado lejano de Marte. Ya se encontraba extrañando al alto Needler, preguntándose cómo iba a lidiar con los celos, sabiendo que Baji iba a volar con otro hombre. Trataba de apartar esos pensamientos fuera de su cabeza y concentrarse solamente en estar con su compañero mientras aun lo tenía.

Durante la recuperación de Baji se había saltado clases para estar con él, pasando
interminables tardes en la enfermería, hablando y jugando a las cartas, como si ambos tuvieran que conocerse nuevamente. Aunque lo que más le gustaba a Chifuyu era cuando Baji tomaba su mano, miraba dentro de sus ojos y le decía a Chifuyu exactamente qué le iba a hacer en cuanto se recuperara. Tuvieron más que alguna sesión de masturbación cada vez que el técnico médico estaba fuera de la enfermería, pero no era lo mismo que poder ducharse, dormir juntos y cuidar de su compañero, en lo que a Chifuyu concernía.

Extrañaba terriblemente todas esas cosas pero no podía evitar comprender que una vez Baji estuviera lo suficientemente bien para regresar a su viejo dormitorio donde tendrían privacidad para ese tipo de actividades, estaría lo suficientemente bien como para ser transferido a la Flota.

Durante semanas trató de no pensar acerca del inevitable día en el que ocurriría la
transferencia, pero ahora no podía evitarlo. Baji estaba de pie y listo, de camino a la que solía ser su habitación. Chifuyu suponía que era su habitación nuevamente, ya que Baji había abandonado su habitación temporal, no es que fuera a haber mucha diferencia. No había duda alguna de que al siguiente día no estaría. Chifuyu comenzó a sentir una profunda tristeza en algún lugar cercano a su pecho. Una vez que Baji se marchara no lo vería más durante dos años hasta que él se graduara y se uniera a la Flota. ¿Y quién sabe qué pasaría en todo ese tiempo?

─Bueno, aquí estamos ─Chifuyu frenó en seco frente a la familiar puerta plateada que llevaba al dormitorio. Se dio cuenta de que estaba abrumado por sus emociones, miedo de que esa noche fuera la última que pudiera pasar con su amante, deseo al recordar que al fin tendrían privacidad y una ligera ansiedad al pensar en alguna de las fantasías que el alto y marcado Needler le susurrara durante los largos días y noches que pasaron en la enfermería, mientras se recuperaba.

𝑹𝒐𝒎𝒑𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒍í𝒎𝒊𝒕𝒆𝒔 ; 𝑩𝒂𝒋𝒊𝒇𝒖𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora