Capítulo 14

122 18 0
                                    

Una qué? ─Chifuyu no daba crédito a sus ojos y oídos en esto. Wakasa estaba ya de rodillas con la gruesa polla de Shinichiro frente a él. Estaba mirando el eje de su compañero sin ocultar su hambre y estaba claro que estaba ansioso por empezar.

─Una mamada ─dijo con claridad─, incluso para un latente con tu obviamente limitada capacidad mental, pensaría que el significado quedaba claro.

Los otros Needlers se estaban reuniendo alrededor de él y mirando a Chifuyu,
claramente preguntándose si iba a dar marcha atrás. Chifuyu se preguntaba lo mismo. No podía creer lo fácilmente que había caído en la trampa de Wakasa... todos los ojos estaban sobre él y sintió como si le hubieran golpeado en el estómago. La única persona que no parecía entusiasmado con la perspectiva de la "mamada" era Baji. Tenía una neutra expresión ilegible en su cara, pero aferraba los hombros de Chifuyu con fuerza.

─Matsuno, Chifuyu, escúchame ─murmuró, sorprendiendo a Chifuyu al haber utilizado
su primer nombre; ¿lo había hecho antes? Chifuyu pensó que no─. Escúchame ─continuó Baji─, nos vamos ahora. Tú no tienes que hacer esto.

Chifuyu sacudió la cabeza negando...

─No, él tiene razón Baji... Kei─dijo el nombre de su compañero casi con timidez, sintiéndolo formarse en su boca por primera vez─. Yo nunca... nunca te he correspondido. Ocupándome de ti como tú me cuidas a mí.

─Este no es el momento ni el lugar ─los pálidos ojos grises de Baji brillaban en su rostro desfigurado y bajó la voz diciendo con urgencia─. Nunca he dicho que tengas que hacer esto, Chifuyu. Sé cómo te sientes al respecto. Es lo mismo que yo sentí cuando llegué aquí al principio. No quiero que descubras esa parte de ti mismo a menos que estés preparado para ello. A menos que quieras.

─Pero sí que lo estoy. Sí quiero ─dijo Chifuyu. Se sorprendió al darse cuenta de que las palabras eran ciertas. Se acercó un paso a Baji, enlazando los ojos de color gris pálido con los suyos─. ¿Puedes decir honestamente que no quieres que lo haga? ¿Que no has imaginado cómo sería si te tomo en mi boca? ¿Si te la chupo? ─valientemente extendió su mano y acunó en ella la tensa dureza de su compañero sintiendo el contorno de la gruesa polla de Baji a través de su uniforme.

─Chifuyu, no ─pero su compañero no se apartó. En su lugar se inclinó y dio a Chifuyu un largo y moroso beso en la boca que envió un caleidoscopio de mariposas sueltas al estómago de Chifuyu─. Aquí no. No así ─murmuró─, regresemos al dormitorio y si todavía quieres...

─No ─Chifuyu sacudió la cabeza─. Tengo que hacerlo, aquí y ahora. Antes de que pierda el valor. Quiero hacerlo, lo he deseado durante mucho tiempo. Yo sólo... no sabía cómo hacerlo. Ahora sí ─se dejó caer sobre sus rodillas frente a Baji, todavía sosteniendo la mirada de su compañero. «No hay nadie más en la habitación, salvo él», se dijo, aislándose deliberadamente de los murmullos de los otros cadetes y de la voz burlona de Wakasa preguntándole a qué estaba esperando.

─No tienes que hacerlo ─dijo otra vez Baji, acariciando su cabello suavemente mientras Chifuyu abría la cremallera del uniforme de su compañero─, no tienes que demostrar nada a Wakasa ni a nadie más.

─No se trata de eso ─murmuró Chifuyu, bajando la cremallera lentamente manteniendo sus ojos clavados en los de Baji─. No se trata de demostrar nada. Se trata de mostrarte cómo... cómo me siento ─entonces bajó la mirada y un rubor caliente cubrió su cara. Él no se sentía tan avergonzado de lo que estaba a punto de hacer como de lo que había revelado. Se preguntó si Baji pensaría que era un tonto. «Arrojándome a él como una colegiala estúpida», pensó, hurgando en el ajustado uniforme negro por la gruesa polla sin circuncidar de su compañero. Ya podía oler el aroma de almizcle especiado en la piel de Baji, parecía llenar su cabeza y confundirle aún más. «Pensará que soy un idiota. Se supone que sólo debemos hacer este tipo de cosas para fortalecer nuestra conexión. Nunca debí admitir que significaba algo más que eso para mí. Nunca debí...»

𝑹𝒐𝒎𝒑𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒍í𝒎𝒊𝒕𝒆𝒔 ; 𝑩𝒂𝒋𝒊𝒇𝒖𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora