Así que he escuchado que ahora ocupan el puesto número dos en la clasificación. Todavía el número dos.
Wakasa les sonrió a ambos, entrecerrando sus extraños ojos amarillos hasta parecer rendijas.
Por centésima vez, Chifuyu deseó no tener que ir a la sala de estar. Él y Baji habían
estado volando juntos desde hacía meses, pero a pesar de que Burns y su grupo habían desaparecido hacía tiempo, su alto y oscuro compañero aún seguía insistiendo en pasar al menos una noche por semana en compañía de los otros Needlers.«Yo no soy como ellos», pensó Chifuyu por lo que parecía ser la millonésima vez, mirando a su alrededor a las otras parejas que hablaban en torno a ellos. «Yo no soy realmente... de esa manera. Gay, maricón como ellos quisieran llamarlo. Sólo deseo a un tipo, Baji. E incluso con él no recorro todo el camino. Todavía podría volver a mi vida en casa si quisiera y nadie sabría lo que he hecho aquí para ir pasándola».
No quería admitir ante sí mismo que ir pasándola no era la única razón para hacer
lo que hacía cada noche con su compañero. Tampoco era la excusa para explicar la
profunda relación que mantenía con su compañero. Quería a Baji, necesitaba al piloto de Needle tanto como a su próximo aliento. Pero estaban destinados a separarse muy pronto. Después de su examen final, Baji se graduaría y Chifuyu aún tenía dos años más por delante en La Academia. Por eso mantenía esa emoción enterrada, escondida tan profundamente dentro de sí mismo que apenas notaba su presencia. Mientras tanto, se sentía secretamente presuntuoso cada vez que Baji y él iban a la sala de estar.Satisfecho hasta que se encontraba con Wakasa y Shinichiro, claro.
A pesar de la negativa de Chifuyu para dar el último paso y dejar que su pareja le hiciera el amor, Baji y él habían escalado constantemente en los rankings y estaban en la segunda posición desde hacía semanas. Pero no importaba lo duro que trabajasen o elnúmero de horas que pasaran en el simulador, no podían adelantar a la pareja formada por Wakasa y Shinichiro. Un hecho que Wakasa jamás dejaba pasar, cada vez que ellos llegaban al salón de los Needlers.
─Así que, número dos ─dijo de nuevo, dándole un codazo a Shinichiro, que
permanecía como un sólido muro de músculos detrás él, con aspecto aburrido.─¡Ah, déjalos en paz, Wakasa ─dijo uno de los Needlers, un grueso piloto llamado Hanma.
─Baji ya ha sido número uno antes y estoy seguro de que es sólo cuestión de tiempo que él y Matsuno vuelvan a ocupar esa plaza de nuevo.
─Oh, yo creo que puede pasar bastante tiempo antes de que eso suceda ─Wakasa sonrió afectadamente hacia ellos, haciendo que Chifuyu quisiera borrar la presuntuosa expresión del rostro afeminado del artillero con su puño─. No mientras la señora Matsuno se siga aferrando a su virtud.
─Ya es suficiente, Wakasa.
La voz de Baji era plana. La persistente negativa de Chifuyu de llevar su relación al
siguiente nivel era un punto tácito de tensión entre ellos dos, uno que él nunca
mencionaba, incluso en la intimidad de sus aposentos. Chifuyu se sentía avergonzado por ello, pero secretamente estaba aliviado también. En el fondo tenía miedo de querer dar realmente ese último paso y sabía que si Baji hubiera intentado convencerlo lo hubiera conseguido, ya que no hubiera sido capaz de resistirse. Así que era más fácil y más seguro simplemente no hablar de ello. A menos que estuvieran en el salón, por supuesto, donde Wakasa se encargaba siempre de encontrar la manera de sacar el tema.─No te pongas quisquilloso conmigo, Kei ─una delgada mano blanca de Wakasa revoloteó sobre su estrecho pecho─. Después de todo, no es culpa mía que tu
artillero quiera salvaguardar su cereza para otro. Dime, Matsuno ─preguntó con dulzura mirando a Chifuyu─: ¿Tienes un novio en casa? ¿Alguien con una polla más grande que la de Baji? ¿Estás guardando tu dulce culito para alguien?