❝ 𝘕𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘰𝘴𝘤𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥 ❞
METHAMORPHOSIS; transformación.
El ciclo de la vida, suele ser tan triste y doloroso: nacer, crecer, reproducirse y morir.
¿Pero qué sucede cuando no logras pasar de etapa?
La vida se d...
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Pensar en las múltiples posibilidades de morir era algo que carcomía a Olivia cada día. Suponer que sus vidas algún día mejorarían, parecía una fantasía completamente desquiciada. Pero mantenerse entretenida con Ellie, le resultaba bastante agradable y cómodo, lo que parecía envolverla en una indescriptible de toda la mierda que les rodeaba.
— Tu cabello luce muy lindo en el sol — mencionó Ellie a la rubia. Esta sonrió ligeramente
— ¿Podríamos ir al lago? — susurró Ellie cerca de Olivia. Esta pareció meditarlo por unos segundos mientras posaba su mirada en Joel.
Ambas eran conscientes de que aquello sería una mala idea, sin embargo, Olivia deseaba complacer a la menor.
— No podríamos, Ellie — susurró en respuesta, aún con la mirada puesta en Joel.
— ¡Por favor! — murmuró con cierta felicidad mientras caminaban.
Olivia dio una mirada rápida a Tess, quién se encontraba platicando banalmente con el hombre. Ambos lucían bastante entretenidos en su plática.
La rubia se mordió levemente los labios ante la travesura que deseaban cometer. El lago se encontraba a unos metros de distancia, desaparecer por un minuto no podría causar problemas, o al menos, eso pensaban.
— Lo que sea que estén pensando, será mejor que no lo hagan — mencionó Joel con aquella voz gruesa. Ambas detuvieron sus lentos movimientos mientras se miraban entre sí.
Olivia miró a la chica cabizbaja.
— Joel — pronunció mientras se detenía. Este fingió no escucharla, pero le era imposible, la voz de Olivia se había grabado en cada rincón de su piel, que sería difícil no escucharla — ¡Joel! — habló más fuerte, logrando que este no tuviera escapatoria.
Tess simplemente se limitaba a mirarla la escena, sintiendo una pizca de celos ante el interés de Joel por Olivia. Y no lo culpaba, la castaña era consciente del pasado de ambos antes de que todo se volviera gris. Aunque, en un principio, intentó negar y ocultar sus emociones, la atracción hacia Joel era evidente, por lo que agradecía poder compartir con él cada momento, sin embargo, la culpabilidad la había alejado de Olivia, ¿cómo podría decirle a esta que sentía atracción por quien era su esposo?
A pesar de los años, y de que esta conexión se había roto, Olivia aún llevaba el apellido Miller, tal vez todo podría ser diferente si ambos estuvieran divorciados, pero aquello era algo que constantemente le atormentaba.
Tal vez fue la suave mirada que la rubia brindó hacia Joel, que, a regañadientes, caminó hacia ella a modo de rendición.
— Por favor... — suplicó gentilmente, este evitó a toda costa su mirada, sin embargo, cayó en su propia trampa, viendo el destello que sus ojos verdes emanaban, sintiéndose como aquel tonto enamoradizo — Solo serán unos segundos.
