METAMORPHOSIS | JOEL MILLER

01. FELIZ CUMPLEAÑOS, LIV

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2003

━━━━━ Suponer que todo es para siempre es la mentira más grande que ha existido. Pero perder a la persona que amas, es el acto más doloroso y humano que una persona pueda experimentar.

— Olivia... — susurró Joel. Esta desorientada murmuró una palabra inaudible — Olivia, es tarde, Sarah... — aquello hizo que esta abriera los ojos a la par. Ni siquiera pudo procesar la cercanía que había entre Joel y esta. El pelinegro la miró por unos segundos antes de dejarle espacio libre para que esta pudiera salir de la cama.

— Gracias... — Sin perder el tiempo, Olivia salió de la habitación, casi corriendo, dejando al hombre a un costado de la cama.
Sintió el alivio invadir su cuerpo al mirar a Sarah prepararse el desayuno pacíficamente — Hola, cariño... lo siento tanto — mencionó antes de besar su frente y envolverla en un sutil abrazo.

— Tranquila, mamá. Que puedo arreglarmelas sola — Olivia sintió una presión en su pecho y no pudo evitar pensar en cuán autosuficiencia se había convertido Sarah en los últimos años — Es más, he preparado el desayuno para todos. No creas que se me ha olvidado, ¡Feliz cumpleaños! — aquello hizo sonreír a Olivia.

— Ven aquí, cariño... Gracias — mencionó la mayor antes de envolverla en sus brazos.
Joel, quién bajaba las escaleras, no pudo evitar esbozar una sonrisa.

— Oh, hola, Joel — comentó Sarah, saludándolo de manera entusiasta.

Aquello le hizo reír, ni siquiera sabía en qué momento su hija había optado por llamarlo por su nombre, no era algo que le molestara pero le resultaba gracioso como con Olivia no aplicaba eso.
Joel centró su vista en ella, quien le sonrió gentilmente antes de acomodar la mesa para desayunar.

Los tres comían en silencio, aquello resultaba agradable y ameno, Joel se limitaba a escuchar la plática de las chicas.

— Entonces, Liv, ¿qué opinas sobre tu cumpleaños número veinticinco — preguntó Sarah con una sonrisa  — ¿Es emocionante?, Joel, ¿seré como Liv cuando tenga su edad?.

Aquello hizo que este dejara de desayunar, sintiéndose pésimo al olvidar su cumpleaños.

— Joel... debemos, no, tenemos que hacer una fiesta. Mamá se merece lo mejor — Olivia no pudo evitar sentir emoción en su interior.

— Claro que debemos, cariño — trató de evitar su mirada mientras esbozaba  una sonrisa.

— Y luego debemos organizar el de su aniversario,  ¿no lo creen? Cuatro años suena poco pero en días es mucho, no podemos dejarlo pasar y después, ah, Joel, ¿cuántos años cumples, cincuenta?

Este fingiendo molestia miró a ambas, antes de rodar los ojos a su hija, esta rió antes de continuar comiendo.

— ¿Tan acabado me veo? — preguntó ofendido.