En un tiempo donde la guerra era tan continua, donde la muerte tocaba puertas, donde los valientes luchaban y donde los mas astutos ganaban.
Un tiempo donde el gran coronel apodado como la muerte, era un hombre hermoso, con una fuerza e intelecto qu...
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—Los guardias tenían a Scarlett en el patio trasero, amarrada a un tronco, listos para darles los 20 latigazos. cuando de pronto, uno de ellos se acerco a ella y le susurro al oído, en forma maliciosa.
—Esta ves no esta Skala para salvarte. —Le lanzó una mirada de lujuria y mordió un poco sus labios, mientras pasaba su dedo por su rostro, bajando hasta su cuello y llegando a su espalda, la cual de forma tan abrupta le rompió su vestido, dejando su espalda desnuda, con aquellas cicatrices de castigos pasados.
Scarlett estaba llorando, apretando sus dientes con la parte inferior de su labio, preparándose para el dolor el cual ya era algo habitual.
—Pah, pach... —Se escuchaba el sonido del látigo golpeando y maltratando la carne de Scarlett, la escena era horrible, el sudor corría por su frente, estaba pálida y débil, cada golpe era peor que el anterior. Cuando el ultimo latigazo golpeo su piel, Ella cayo al suelo sin fuerzas, la sangra corría por su espalda, llegando al suelo y pintándolo de rojo. su delicado cuerpo había sido maltratado hasta el punto de dejarla inconsciente. La oscuridad la envolvió, reflejos de eventos pasados la atormentaban como gritos fantasmales, y ni una sola alma quien la ayudara o protegiera, esa era vida de una pobre chica, la cual todos despreciaban solo porque había nacido con el cabello rojo escarlata, se decía que ese color representaba la muerte y desgracia, tal ves por eso recibía tales tratos.
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—¿Qué haces en el suelo mi niña? —Se escucho el resonar de una dulce voz entre las sombras.
—¿Quién esta ahí? —Pregunto ella, temerosa pero curiosa por descubrir el origen de aquella voz.
—Veo que estas sufriendo mucho. No te preocupes, yo te ayudare.
Scarlett no podía entender ¿Por que esa voz que irradiaba la misma calma le susurro que la ayudaría? un momento que la dejaba perpleja, preguntándose si ya estaba muerta.
—Eres hermosa Scarlett, igual que las rosas, pero has tenido una vida miserable, no es justo, eres una chica buena. Yo te guiare. —murmuraba la voz desconocida, haciéndose resonar en su mente.
