Una rosa bajo la luz de la luna
—El Coronel se acercó a Scarlett; sus ojos brillaban como piedras preciosas, con mucha intensidad. Mientras rodeó a Scarlett con sus brazos, sus venas pronunciadas y prominentes se marcaban. Quería hacer algo, lo cual su pudor y su virtud se lo impedían. Recuperando la compostura, la alzó en sus brazos.
—¡Está herida señorita Scarlett! Déjeme llevarla al castillo. — Dijo el Coronel, mientras sus ojos no podían dejar de mirar aquella dama, la cual le robaba hasta las palabras.
Scarlett retiró la mano del Coronel y pidió que la bajara, argumentado que se encontraba bien y no merecía tal atención.
¡Eres una diosa!... —dijo Alexander acercándose a ellos con la mirada sobre ella.
Scarlett no podía entender a qué se refería, pues aún parecía un poco aturdida con respecto a los acontecimientos que previamente ocurrieron. Digirió sus ojos en dirección a sus manos y notó que esta emanaba un aura rojizo, penetrante y palpable. No pudo contener su incomodidad y llevó su mano hasta su pecho, tratando de disipar aquella aura. Sus ojos se cerraron, lográndose concentrarse, pero en toda la oscuridad de sus pensamientos, una voz resonante pero conocida se escuchó como un murmullo entre las sombras. — "Mi rosa al fin ha despertado, estoy a sus órdenes, mi señora", susurró aquella voz, mientras que en los labios de Scarlett una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios.
Lentamente aquellos ojos verdes resplandecían, siendo aún más hermosos, pero algo llamó su atención y es que cerca de ella un pequeño charco reflejaba aquella belleza que siempre había ocultado. Entonces las palabras de Alexander eran más claras, cuando observó las miradas de todos puestos en ella.
—¿Scarlett... eres tú? Preguntaba Alexander queriendo tocar su rostro. Pero antes de estar cerca de rosar sus dedos con su piel de porcelana, su mano fue detenida en seco por el Coronel, la cual le lanzaba una mirada despectiva.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Alexander, mirando directamente a los ojos al Coronel; aquello parecía una pelea de amantes, por tratar de marcar su territorio.
Scarlett se alejó de alado del Coronel, mirando en dirección a Cuervo, la cual se acercaba sonriendo.
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La dama fea: Corazón Escarlata
RomanceEn un tiempo donde la guerra era tan continua, donde la muerte tocaba puertas, donde los valientes luchaban y donde los mas astutos ganaban. Un tiempo donde el gran coronel apodado como la muerte, era un hombre hermoso, con una fuerza e intelecto qu...