No Más Mentiras

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Lisa

Había pasado un mes ya desde que Jennie se enteró de la verdad y Rosé me había dejado no salía de casa y Jungkook no hacia nada más que acompañarme en toda esta mierda, al menos agradecía qué mi mejor amigo no fuera una clase de maestro budista o moralista, de lo contrario supongo que también me habría abandonado, pero no, no él.

Rm había mandado a sus hombres a darnos una golpiza por haber dejado libre a Irene pero ya no tenía porque seguir así puesto que Kai ya estaba muerto. Las autoridades dejaron el caso como un ajuste de cuentas entre carteles, nos habíamos librado de una buena sentencia, aunque aún seguíamos esperando la denuncia por parte de la familia de Jennie.

Aún trabajábamos para Rm pues el infeliz nos tenía en sus manos, cuando te metes en estos rollos nunca te imaginas que también entrarían tus seres cercanos. Rm nos había mandado un sobre con fotografías de Jennie y de Rosé, no podía permitir que les hiciera daño, nos tenía en su poder y no podíamos hacer nada.

A veces los chicos venían a vernos a la casa de Kook pues su padre había desparecido desde aquel entonces, en ocasiones ellos me platicaban de Rosé, al parecer ella estaba bien, se seguía concentrando en su música, me enteré de que la hija del encargado de House of blues era la misma Nancy amiga de ella y en ocasiones salían.

Otro mes corrió, el tiempo pasaba demasiado lento con la ausencia de ellas, durante este último mes intenté hablar con Rosé pero no tuve éxito, pasaba días y noches tocando su puerta para poder pedirle perdón pero era en vano, el otoño había llegado, los árboles comenzaban a tirar hojas haciendo largos caminos secos sobre las carreteras.

Me encontraba sentada en una banca mirando el río que tenia frente a mi, giré a ver el faro qué tenía a un lado mio, pronto iba a oscurecer y este iluminaria la ciudad. Vaya mierda!

- Perdona.. Te importa si me siento a un lado? - esa dulce voz hizo que me doliera el cuello cuando gire tan rápido.

- Rosé? - Ella me sonrió y lo único que hice fue lanzarme a ella en un abrazo.

- Lisa, no puedo respirar - apenas y pudo hablar.

- Rosé, mi Rosita.. Estás aquí - lloré - no sabes cuánta falta me has echo, cuantas veces desperté queriendo ver tu hermosa carita y oir tu dulce voz.

- He venido a escucharte Lisa, quiero saberlo todo - tenía una mirada sería pero no era de rechazo ni molesta, al contrario de eso era mirada sería con ansias de entenderme.

- Cómo supiste que estaba aquí? - frunci el ceño un poco apenada - Quién te ha dicho dónde estaba?

- Quién más va a ser? - rió - el idiota de Kookie.

Me alegró mucho el que Rosé me buscara ahora tenía la oportunidad de contarle todo y esta vez lo haría no dejaría nada en secreto incluyendo lo de Jennie, quería a mi Rosé de vuelta y haría lo que fuera por volver a recuperarla. Sabía muy bien que podía perderlo todo y a todos menos a ella, no a mi hermosa chica de pelo rosado.

Le conté todo lo que pasó con Jennie desde que la conocí hasta el momento que me dejó, le platique lo de Kai y ella lloró junto conmigo al recordar todo lo que había pasado con él y como fue que nos despedimos, le expliqué el porque del secuestro de Irene, tenía que protegerlas y no dejaría que nadie les hiciera daño a ninguna.

- Y tú la amas? - preguntó Rosé sin mirarme.

- Si, sabía que lo hacía porque podía sentirlo pero no estaba muy segura de eso, en todo momento aparecías tú en mi mente - y era verdad aunque a medias.

Entre La Espada Y La Pared // Chaelisa & Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora