-Te amo Rosé y ella debe entenderlo.
-Te Amo Jennie, con locura.. Pero ¿Por qué no lo entiendes?
Ahí estaba yo, en la oscuridad de las calles, bajo la lluvia pensando en ellas...
El amor empieza con una amistad, un fuego abrazador qué al convertis...
Los días habían transcurrido normales, me dedicaba a practicar las nuevas canciones con los chicos, en ocasiones salía con Lisa a pasar el rato y cada vez que tenia la oportunidad le hacia entender que lo que estaba haciendo traería problemas serios, no podía dejar que siguiera dañándose de esa manera, estaba mal y por supuesto cada vez se les hacía más normal actuar así, como si no les importara el daño que ocasionaban.
Estábamos en época de Halloween y habían salido varios compromisos dónde nos pedían tocar en sus eventos, a veces a todos y en ocasiones sólo a mi, realmente nos lo pasábamos muy bien todos.
Lisa estaba actuando un poco raro últimamente pero debe ser por todo lo que conlleva trabajar para ese sujeto así que quería hacer algo por ella, quizá organizar una salida con los amigos o bien una cita solo ella y yo donde pueda despejar su mente, pensaba en mandarle un mensaje cuando un número desconocido apareció en la cima de los chats llamando mi total atención pues la foto de perfil era de alguien que no podría olvidar.
+18*********** Hola Rosé me gustaría que saliéramos a tomar un café.
Yo Yo no, muchas gracias por la invitación.
+18*********** Es sobre Lisa, creo que es importante, te veo el viernes en el café dónde suelen ir siempre a las 4:00 pm, te estaré esperando.
Te aseguro que lo que tengo que decirte es de tu interés
No respondí a su último mensaje, sabía que tendría que ver con el comportamiento de Lisa y aunque me estaba anticipando a las preguntas y respuestas no quería simplemente saberlas, pero creo que mi curiosidad igual me estaba matando, mi curiosidad por enterarme de algo que quizá ya sabía, algo que ciertamente no podría solo dejarlo pasar por el amor que le tengo a la pelinegra, será que este sentimiento me haría perdonar y hacerme de la vista ciega siempre cuando se trata de ella?
Estábamos a mitad de semana y no sabía que hacer, no podía concentrarme en nada por pensar en aquellos mensajes, constantemente tomaba mi teléfono solo para releer una y mil veces los mensajes sin darle respuesta, para taladrarme la cabeza con preguntas que no estaba segura de querer saber la respuesta.
El viernes había llegado, ni siquiera me presenté en el conservatorio, inventando una excusa barata para suspender ese día, había tomado la decisión de ir al café y cerrar de una buena vez todo este lío qué nos viene persiguiendo varios meses atrás, supongo que era inevitable este encuentro.
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Jennie
Había tomado el número de Rosé del teléfono de Lisa en una ocasión que se había quedado a dormir en casa, necesitaba reafirmar algo y estaba dispuesta a lograrlo, le envié un mensaje a Rosé pero no había recibido respuesta positiva así que corrí el riesgo de ir a la cafetería y esperar a que hiciera acto de presencia.
Me había anticipado a ordenar un expreso mientras revisaba algunos apuntes del instituto cuando una presencia me hizo levantar la mirada.
- Hola Jennie - la chica de pelo rosado se paró justo enfrente mio con su mirada fija en la mía.
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