Sakura cae a un lago por accidente, queda inconsciente, hasta que una despierta fuera del lago, al regresar a Konoha, se da cuenta que no estaba en el Konoha que ella conocía.
Al no saber que hacer, vuelve al lago, comienza a nadar nuevamente, sin t...
Había pasado un mes del regreso de Naruto y los demás ninjas, la aldea se preparaba cada día para que la ceremonia del nombramiento de Kakashi como el Sexto Hokage sea perfecto.
Sakura cada día avanzaba más en el brodado que le hacía a su capa, se había dado cuenta que la mujer que las hace, cada vez se demoraba más, quería apresurarse para tenerla lista lo antes posible y que Kakashi la usará.
Naruto, cada día se encontraba mejor aún sin su brazo, Aiko lo visitaban cada día, Kakashi visitaba cada día a Gai, quien era el más herido de gravedad.
Kakashi siempre le contaba lo que había pasado durante su ausencia, le contaba que tenía un segundo hijo llamado Sakumo, que ya tenía un mes de nacido.
Sakura recibía muchas visitas por parte de Tsunade que venía por los niños.
Era una tarde, Sakura había terminado de bordar, esconde la capa en una caja de regalo y la esconde debajo de la cama. Estaba sola esa tarde, tenia tiempo para ella, desde la guerra había estado más ocupada en Ume y su embarazo que en ella misma.
Se sentó mientras se servía un poco de té, ese día se relajaría.
En eso entra Kakashi a la casa, al entrar la ve sentada tomando té.
- Hola, ¿Los niños?
- Lady Tsunade vino por ellos.
- Osea que tenemos casa sola.- Se acerca ella, dejando caer su chaleco y su banda ninja.
- Si, quieres un poco de té.
- Claro.
Sakura comienza a servirle un poco del té a Kakashi.
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- Gracias.
- De nada.- Deja la tetera en su lugar.- ¿Cómo está Gai?
- Bien, sus heridas ya están sanando.
- ¿Haz visitado a Obito?
- Si, también se está recuperando un poco.
- Me imagino que Rin está feliz.
- Si, aunque molesta por todo lo que hizo.
- Me lo imagino también.
- ¿Y tú cómo has estado en este último mes?
- Cansada la verdad, hoy es mi día de descanso al parecer.
- Me alegra escuchar eso.
- Bueno, aunque sea momentáneo.
- Sakumo es un bebé, aún le faltará muchos cuidados de los dos.
- No lo dudo, aunque Ume es buena ayudante.
- Si, no me imaginaba que crecería tan rápido en unos meses.
- También lo noté.
Ambos daban un pequeño sorbo al té, mientras miraban el viento soplar las ojos del suelo y las flores del jardín.
