Capítulo 8

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Una vez ya apuntados todos para el viaje a París, aprovechamos y nos fuimos a cenar a un chino todos juntos. Obviamente antes de irnos de la Ciutat Esportiva llamé a mi padre y le pedí permiso para ir, que por lo único que me dejó ir fue porque iba a estar con Xavi y porque ya estaba de vacaciones y no tenía clase.

Cuando llegamos al restaurante chino, juntamos varias mesas pequeñas y cuadradas para poder sentarnos todos juntos. Yo tenía a Sira a mi derecha, a Pedri a mi izquierda y a Gavi y a Ansu enfrente, al otro lado de la mesa.

Durante la cena estuvimos hablando cosas sobre el viaje, como qué íbamos a hacer antes y después del partido, la bonita que es la torre Eiffel, y también de una anécdota sobre Ansu en el avión; que se quedó atascado en el baño justo después de que saliera alguien que acababa de hacer sus necesidades y olía realmente mal. También noté como Gavi me miraba de reojo pero no me decía nada y eso me estaba poniendo un poco nerviosa, y en un momento determinado en los que estábamos hablando Pedri me puso una mano en la pierna, concretamente en el muslo, el cual acarició suavemente durante un tiempo.

Tengo que decir que me gustó, no me hizo sentir incómoda, ni me molestó, ni nada malo. Al principio lo hizo dudando un poco por mi atención, pero como vió que a mí no me molestaba, ni me enfada, lo empezó a hacer con más seguridad y noté como se sintió más cómodo a mi lado y empezó a hablar más alegre y con más ganas en la conversación, y no se me pasó por alto cuando me miró al principio como pidiéndome permiso con esos ojos que me estaban empezando a volver loca. Nadie se dio cuenta de la caricia excepto Sira, que me miró con incredulidad pero siguió la conversación que tenía con Ferran y otros. Aunque yo creo que Gavi también se dió cuenta porque me miró con cara de desilusión, y después de eso dijo que estaba cansado y se fue del restaurante. Bueno, lo intentó porque en cuanto se levantó de su sitio fui tras él y le di un abrazo, a la misma vez que le susurraba al oído un "buenas noches" y le daba un pequeño beso en la parte baja del cuello, que automáticamente se le erizó la piel y me abrazó más fuerte todavía. Cuando me separé de él por falta de aire me dió un beso en la mejilla y me susurró un "descansa" y se fue de allí.

La cena terminó una hora más tarde desde que se fue Gavi y Pedri me convenció para que me llevara a mi casa, pero me arrepentí en el momento en el que me di cuenta de que era un interrogatorio.

- ¿Antes de la cena te habías peleado con Gavi? - me preguntó sin quitar los ojos de la carretera.

-No, ¿por qué lo dices? -le pregunté porque no entendía el por qué de esa pregunta.

-Esta mañana antes de empezar el entrenamiento ni os saludáis, pero después del entrenamiento Gavi sale casi corriendo del vestuario y os encuentro hablando sobre algo de un malentendido, y justo después de cenar cuando él se va a ir tú sales corriendo y os dais un abrazo como si fuera la última vez que os vais a volver a ver, yo creo que está claro el por qué te he preguntado eso. -eso último lo dijo desviando la mirada de la carretera para mirarme con la mandíbula tensa y unos ojos que para nada eran con los que me habían mirado antes dulcemente.

Yo no respondí y me tiré el resto del trayecto mirando por la ventanilla del coche. Cuando llegamos y me iba a bajar del coche me agarró del brazo y me dio un beso en la mejilla.

-Perdón, no te debería haber contestado así de enfadado -me dijo mirándome con cara de arrepentimiento y hablándome con la mirada más sincera que había visto en mi vida.

- No pasa nada, no estoy enfadada -contesté mientras le daba, esta vez yo, un beso en su mejilla notando el tacto de su corta barba en los labios haciéndome un poco de cosquillas, por lo que no pude evitar sonreír por ello, lo que provocó también su sonrisa observando cada parte de mi cara con detalle.

Después de eso nos dimos un abrazo y salí del coche para entrar en mi casa, feliz por haber resuelto el problemilla con Gavi, por haber pasado un día increíble con Pedri y, sobretodo, por poder ir con todo el equipo dentro de dos días (mañana será sábado) a París a verlos jugar el partido y pasar unos días inolvidables.

ALMAS GEMELAS || Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora