Capítulo 16

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En este momento me encontraba subiendo por el ascensor hasta mi habitación, estaba muy nerviosa, porque además de mentirle a Pedri, teníamos que decidir cómo íbamos a dormir.

Llegué a la habitación y Gavi era el único que estaba allí, no había ni rastro de Pedri todavía.

-Por favor, prométeme que no le vas a decir nada nunca. -me pidió juntando sus manos en señal de súplica.

-Te lo prometo -y no me dio tiempo a decir nada más porque escuchamos la puerta abrirse y, efectivamente, era Pedri.

-Hola -dijo en un tono seco. Y seguido de eso, se acostó en la cama pequeña.

-¿Quieres dormir en esa cama? -le pregunté muy decepcionada y con la voz un poco débil.

-Sois vosotros los que queréis dormir en la cama grande al parecer -me respondió con el mismo tono de voz que antes.

-Eso es lo que tú quieres que hagamos, porque no nos das ni lo opción de explicar nada -contestó esta vez Gavi bastante enfadado.

-Venga explicaros -dijo mientras echaba un suspiro cansado por la boca.

-Hemos llegado tarde a la cena porque India me estaba contando todo lo que habíais hecho esta tarde -respondió Gavi en tono seco y cansado de esta situación.

-Exacto, y que sepas que esta es la segunda vez que te cabreas conmigo por Gavi y no va a haber una tercera. Así que antes de enfadarte por deducciones tuyas, habla con nosotros, que ya los dos estamos cansados de malentendidos. -le dije mientras le miraba a los ojos.

-Lo siento -dijo abatido- tienes razón, debí preguntaros antes de cabrearme. ¿Me perdonáis? -nos preguntó levantándose de la cama y viniendo hacia nosotros con carita de cachorrito.

Gavi me miró preguntándome y yo le respondí que sí con la mirada.

-Claro que sí hermano -dijo Gavi contento dándole un abrazo y le daba toques en la espalda.

Después de su abrazo Pedri se separó de él vino a mí. Yo levanté los brazos para darle un abrazo por el cuello, pero en vez hacer eso, agarró con sus manos a mi cintura pegándome a su cuerpo, y me dió un beso que me devolvió la vida.

-¿Me perdonas? -me preguntó con la voz dulce y esos ojos marrones con las pupilas dilatadas.

-Claro que te perdono tonto -le respondí sin poder evitar sonreír mientras le daba un beso en la mejilla.

-¿Entonces al final duermo con India? -preguntó Gavi soltando una risita provocando que Pedri le pegue una colleja y una carcajada mía.

-Eso no te lo crees ni tú chaval -le dijo Pedri con una sonrisa en la cara que iluminaban mis ojos.

-Bueno venga, vamos a dormir que mañana hay partido -dije yo mientras iba a por mi maleta para coger mi pijama, ir al baño y ponérmelo.

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Me desperté escuchando la alarma de Gavi con un sonido insoportable. Cómo él no apagaba la alarma, tuve que levantarme yo y hacerlo, y seguido de eso, cogí el mando de la televisión y puse a darle golpes a la mesilla de Gavi para que se despertara, pero para lo único que sirvió fue para despertar a Pedri, que el pobre no entendía nada al verme con un mando dando golpes en una mesilla.

-¿Qué haces, loca? -me preguntó Pedri con la voz ronca de haberse despertado y los ojos medio cerrados intentando adaptarse a la luz.

Yo no respondí y fui directamente a la cocina para coger una botella de agua congelada.

-Atento que empieza el espectáculo -le dije a Pedri una vez había llegado otra vez a la cama de Gavi y me había puesto a su lado con una sonrisa pícara por la broma.

Abrí la botella de agua y dos segundos después cayó toda el agua en el cuello y espalda descubierta de Gavi. Él se despertó de un saltó y me miró con rabia.

-¡AHHHHH JODER! -dijo mientras se levantaba de la cama de un salto.

-¡Te jodes!, Eso te pasa por no apagar la alarma y hacerme apagarla a mí -le respondí mientras me reía de él porque estaba todo empapado, y Pedri no era menos.

-¡Y tú cabrón, ¿por qué no me despiertas?! -le dijo Gavi mientras veía a Pedri partirse el culo.

-¡No sabía que iba a hacer eso!, y si lo hubiera sabido tampoco te hubiera despertado, la verdad -le respondió Pedri intentando ocultar su risa.

Y después de esa pequeña broma, de la que la que, por cierto, Gavi todavía seguía enfadado, nos bajamos a desayunar con todos los demás.

ALMAS GEMELAS || Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora