ALMAS GEMELAS || Pedri González

Capítulo 23

Mientras estaba sentada en las gradas viéndoles entrenar, no podía despegar mi mirada de Pedri. No podía. Estaba buenísimo, y más entrenando y jugando con el balón de fútbol.

En un momento posó su mirada en mí, le dijo algo a Ferrán y vino directo hacia mí intentado poner cara de serio, pero se le escapaba la sonrisita de "sé que estás haciendo y no te vas a escapar".

Cuando me aseguré de que sí venía hacía mí, me hice la tonta y me puse a admirar el cielo.

-¿Admirando las vistas? -me preguntó con esa sonrisita y el ego por las nubes.

-Pues la verdad es que sí, el cielo está precioso -le respondí de forma seca e intentando mirándole lo menos posible a los ojos. Esos ojos. Sus ojos. Aquellos que con solo mirarlos se me escapaba una sonrisa tonta, menos en este tiempo, obviamente.

-¿Seguro? Es que creo que para venir con tu "novio" me estás mirando más a mí que a él. -recalcó la palabra novio como si fuera mentira. Y tenía razón. Era mentira. Pero no iba a dejar que se diera cuenta, al menos, no todavía.

-India, tenemos que hablar un momento. A solas -me dijo Xavi, mirando a Pedri en lo último que había dicho.

-Me voy a entrenar -nos informó Pedri un segundo antes de soltar a correr echando un suspiro, frustrado.

-Dime Xavi, ¿qué pasa? -le pregunté extrañada.

¿Para qué iba a hablar conmigo?

No había hecho nada, al menos que yo sepa.

"Menos cambiar el ambiente de todo el equipo y que ahora estén cabreados, nada más." -pensé

-Verás, he oído por ahí que te acabas de sacar de sacar la carrera de fisioterapeuta. -le informó mirando buscando un asentamiento, a lo que yo le asentí con la cabeza, intentado saber a dónde iba a llegar- Y qué casualidad que la nuestra va a estar de baja. Así que, te ofrezco una oferta de trabajo durante un año.

Estaba flipando. No me esperaba que me ofrecieran trabajo tan rápido, y menos para un club tan grande como es el Barça.

>>Vas a tener un buen salario, por si eso te preocupa. Y lo demás te lo explicaré si dices que sí. Así que... ¿Aceptas? -me preguntó esperando con ansias a que le dijera que sí. Se le veía bastante desesperado.

Yo en realidad tenía que aceptar sí o sí. La universidad me iba a estar pagando la casa durante dos meses más. Por lo que eso que decía de ir sin prisa, va a tener que cambiar.

-¡Claro que sí, gracias! -le respondí a Xavi dándole un abrazo por esa oferta.

Estaba feliz, por supuesto. De eso no tenía ninguna duda.

-Genial -dijo correspondiendo a mí abrazo con la misma felicidad que yo. -Venga, pues vamos a que firmes el contrato.

Nos fuimos de las gradas y caminamos por un pasillo hasta entrar en una habitación, o más bien a un despacho. En la mesa habían varias carpetas y papeles sueltos. Xavi cogió unos de esos tantos papeles que tenía y me lo tendió para que lo leyera.

En el contrato ponía que este duraba un año e iba a cobrar un salario de 5.000 euros al mes. Además de los horarios, que trabajaría todas las mañanas de lunes a viernes y si necesitan que trabaje por la tarde algún día, lo tendría que hacer.

Obviamente en cuanto terminé de leer el contrato, cogí un bolígrafo que había en la mesa y lo firmé.

Ya tenía trabajo.

-Te diría que empiezas el lunes, pero como esta baja a sido un imprevisto y tenemos que cubrirlo ya, vas a tener que empezar mañana, ¿Vale? -me pidió Xavi.

-Está bien, mañana a las ocho estoy aquí. -le respondí con una de mis sonrisas más sinceras.

Cómo ya eran las doce de la mañana, los chicos ya habían acabado el entrenamiento y estaban saliendo de los vestuarios.

-India, ¿quieres salir con nosotros esta noche y ya de paso "celebramos" tu relación con Balde? -me preguntó Ansu mientras se acercaba mí con Balde y Pablo Torre detrás de él.

-Okey, pero que no se nos haga tarde que mañana tengo que madrugar -acepté añadiendo esa condición.

-Claro claro, si nosotros mañana entrenamos -me respondió Pablo.

-¿Y tú para qué tienes que madrugar mañana, si no tienes que hacer nada? -me preguntó Balde.

"Al parecer estaba atento a mi vida"

-Ya os enteraréis esta noche -le contesté mientras me daba la vuelta para dirigirme a casa de Sira, que había quedado con ella y con Aurora.

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-¿Me estás diciendo que estás fingiendo una relación amorosa con Balde para que Pedri, el mismo Pedri que te ha puesto los cuernos y odias por eso, se ponga celoso y quiera volver contigo para que pase por lo que tú has estado pasando durante todo este tiempo? -me preguntó Aurora sin poder creérselo.

-Algo así. -le respondí con cara pensativa analizando lo que había dicho- Sí.

-¿Pero para qué quieres poner celoso a Pedri si lo odias? -preguntó confundida Sira.

-Porque si se pone celoso me hablará. Y si me habla me dará las explicaciones sobre esa foto. -contesté- Conozco a Pedri, y si no tiene motivos para hablar conmigo, no lo va a hacer porque piensa que yo soy la mala.

-¿Y qué decís de Gavi? -preguntó Sira.

-¿Qué pasa con mi hermano?

-Eso, cuenta que le pasa. -ordené

-Pues estos días he estado yendo al entrenamiento de los chicos, para arreglar las cosas con Ferrán. Ya sabéis -empezó a explicar Sira- Y se supone que como Pedri y tú habéis roto, debería estar animándolo o cosas así, ¿no? -nosotras contestamos con y asentimiento de cabeza y continuó- Pues todo lo contrario. Ni sé miran. Bueno, Gavi a intentado en alguna ocasión acercarse a él. O por lo menos, al principio. Ahora ya no se saludan siquiera.

Aurora y yo nos mirábamos con la boca abierta, flipando.

Las veces que había hablado con Gavi no me había mencionado nada de que tuviera problemas con él.

Ahora entiendo por qué a Balde le daba igual que los chicos le dieran de lado. Tenía a Gavi. Y si tenía a Gavi a su lado solo podía ser por una cosa: Gavi sabía nuestra relación falsa y se ha tenido que alejar de Pedri para que el plan saliera bien.

-Mañana hablaré con él. -les propuse.

-¿Y por qué mañana? -preguntó Aurora.

-Ah es verdad, no os lo he contado: ¡Me han contratado como fisioterapeuta del equipo! -le contesté con una gran sonrisa en la cara. Y en cuanto lo dije, ellas empezaron a abrazarme y a darme la enhorabuena por ello.