Ouroboros

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Hora de lo que pasaba esto... 8 de la noche. Y la amenaza de los Grimms había sido contenida en su mayoría. Solo quedaba aun Ouroboros en el cielo, con unos Grimms volando alrededor de la zona, dado que sus preseas aun sentían miedo. Y eso era lo que los alimentaba.

Cordovin miraba, con vendajes y un yeso en el brazo, lo que era el estado de la ciudad. Estaba hecha un desastre. Uno que nadie podría decir, era una ciudad que se le considero prospera.

La derrota de su robot Colossus, solo hizo que la mujer maldiga más que era lo que estaba pasando... que todo esto, era quizás una burla más del destino hacia ella o hacia lo que ella considera, una jugada más que cruel.

-Señora, hemos venido de...

-Ya sé... - A la mujer no le agradaba la idea de que White Fang, reformada o no, los ayude. Pero dada las bajas y el daño, se debía de tragar su orgullo. Puede ser una mujer que se pega a las reglas, pero hasta ella sabe cuando las cosas deben de ser flexibles. Y este era el caso. – Vayan y ayuden a todos los heridos... No estimen en recursos a gastar.

-Si Madam.

El soldado se fue, dejando a la mujer sola, viendo a lo lejos lo que eran los restos de su robot y...

-El orgullo es el pecado que hace que la caída sea la que más duela. – Cordovin se giró a ver a Maria, que caminaba a su lado. – Ya viste la realidad.

-¿De qué hablas?

-De que Atlas, el reino más poderoso, es nada ante el poder de este enemigo. – María veía a Ouroboros. – Jamás en toda mi vida, pensé que vería algo así... La leyenda de Ouroboros en la cara.

-... No es más sólo eso. – María notaba como la anciana soltaba un suspiro. – Odio decirlo, pero sin esos chicos...

-Son lo mejor de una generación. Con eso te digo todo. – María sonrió un poco, pero... - La única manera de acabar esto, es que vayan a esa cosa.

-... Todas las naves fueron destruidas por esas cosas.

-No me hagas pensar que no tenías una nave escondida para una emergencia. – Cordovin la miró con rabia.

-.... Veré que puede hacerse. Pero por ahora, haz que esos niños descansen. Si dices que son la esperanza que nos queda, que el Cielo nos ampare.

María la vio irse, con su orgullo hecho pedazos, sin duda alguna, pero al menos necesita ver como es que las cosas acabaran y estaba segura de que con todo lo que han vivido, no queda más que creer.

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Los Megaman habían hecho una visita a todo el perímetro. En espera de no ver más Grimms, Para suerte de ellos, no era así. Pero el daño en la ciudad era severo...

-Dudo que Argus soporte otro ataque. A la que se viene, será el fin... y destruyeron las naves, no hay manera que se puedan ir los civiles.

-Dudo que los deje. – Ilia miró el cielo. – Hay Grimms en toda la zona. Y eso hace que todo sea más complicado para una evacuación.

Pyrrha le dio a razón a su amiga, a la vez que pensaba que Albert debe de tener algo en mente. ÉL controla esas cosas. Pareciera que... que de verdad querían hacerlos... sufrir. Más de lo que pensó.

-Vamos... - Vent- sacó a las dos de sus pensamientos. – Debemos de ver al resto. Quizás sepan algo.

-... Yo aún no me creo que hayan traído a la gente que conocemos...

-Qrow fue listo para eso. – Pyrrha debía de admitir, que ese era un buen plan. Y a su vez, una muestra de que Qrow estaba decidido a avanzar a pesar de la situación en la que están.

RWBY: ZX LegacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora