02

5.4K 452 317
                                    



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La hora del almuerzo fue igual de inquietante para nuestro pequeñín, Hyunjin volvió a buscarlo a su salón, entrando a éste sin importarle nada más. Su indiferencia y seriedad como de costumbre deja una sensación indescifrable al menor.

«¿Por qué me aceptó así como así?

Es imposible que le guste entonces, ¿Por qué?

¿Quiere molestarme?

¿Se dió cuenta que le mentía?»

Cuando llegó la hora de salida, él salió y se encontró con el mayor al pie de la entrada de la institución. ¿Lo está esperando?

Caminó más lentamente, un tanto temeroso. Ya de la puerta para afuera puede estar en peligro.

Hwang se dió cuenta de su presencia y acortó los últimos pasos para llegar a él, pero no dijo nada.

—Em... Y-Yo me voy a casa —dice con incomodidad.

—Te acompaño.

—¡No! —al darse cuenta de lo alterado que sonó, se relajó un poco y con una sonrisa forzada explicó —N-No es necesario, n-no quiero molestarte.

—No me molestas —soltó al segundo, con una mirada tan potente y penetrante que el menor se sintió tan chiquito e indefenso.

—M-Me gustaría i-ir solo, ¿P-Puedo? —se atrevió a preguntar aún cuando sus piernas tiemblan de los nervios.

Hyunjin se mantuvo por varios segundos perforandole con la mirada, o bueno, así lo sintió Yang. Pero terminó asintiendo con simpleza.

Con un movimiento de cabeza se despidió.

—A-Adiós —agitó sus manos como un niño y le dió la espalda sin esperar una respuesta.

No se atrevió a mirar atrás hasta que dobló por para la siguiente calle. Se serciora de no ser seguido y luego respiró en paz.

Pero no pudo disfrutar la paz por mucho tiempo cuando tres cuerpos lo rodearon.

Los mira con profundo terror.

—¿Así que coqueteaste con Hwang a nuestras espaldas, eh? Con que realmente eres una zorrita, eh —dice Jooyeon con una sonrisa sarcástica mientras acorrala al menor en contra de la pared.

—N-No, y-yo nunca... —sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas.

—¿Nunca? ¿¡Y cómo es que te correspondió!? ¡Maldito infeliz, espera que te voy a... —arremangó su camisa y estuvo a punto de golpearle hasta que Felix intervino tomándole del brazo. —¿¡Qué!? —se zafo del agarre bruscamente —¿¡Qué quieres!?

—Si realmente fue así, no creo que quieras que Hwang descubra que quien dejó un moretón en el rostro de su novio hayas sido tu, ¿O si?

Jooyeon solo bufa exasperado, lleno de ira. —¡No se suponía que salga así! —luego se dirige al menor y con su dedo índice presiona con fuerza su frente una y otra vez mientras va hablando —Lo sabía, sabía que eras una maldita puta, una perra que solo llora por atención masculina.

Mi Novio es el Matón de la Escuela - HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora