Capítulo 6

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- Ayer cuando estuvimos en las hogueras de la playa conocimos a ese grupo y hemos estado haciendo planes juntos porque nos hemos caído bien. Esta mañana pasé un rato estupendo en el mar conociéndolos mejor y simplemente riéndonos de lo torpes que éramos haciendo surf. Eso es todo. ¿Qué tiene de malo? - crucé mis brazos.

- No puedes simplemente desaparecer así como así para juntarte con desconocidos. Sigues sin darme una buena explicación de por qué al menos no avisaste de que no vendrías a la cita  -

- ¿Cómo que desaparecer? No he salido de este maldito hotel. Además, Ingrid, Brenda y Natalia también estaban allí. Ellas también se lo estaban pasando bien con esos chicos. Ellas también se olvidaron por completo de que habíamos quedado. Las horas se nos pasaron volando y cuando quisimos darnos cuenta ya era demasiado tarde - bufé.

- Yo solo quiero que tengas cuidado con la gente con la que te relacionas. No todo el mundo es lo que parece ser y prefiero que seas una chica desconfiada que esté siempre alerta ante cualquier posible amenaza que no una que entregue todo de sí y acabe hundida porque la han engañado - reí por sus palabras. Mi madre sabía acerca de lo sucedido con mi ex novio. No me puedo creer que después de haberme visto llorar durante 1 semana por ese imbécil me diga esto.

- ¿De verdad mamá? ¿Era necesario? - negué con la cabeza - si de algo aprendí a golpes es a no fiarme tan fácilmente de la gente, pero no soy de piedra. Y lo siento mucho por no haberte avisado, pero creo que estás siendo demasiado dramática con esto. Ni siquiera estabas sola, estabas con tus amigas -

- Pero era algo que queríamos hacer nosotras con vosotras. ¿Cuánto hace que no hacemos algo juntas?hablando de todo un poco, saber de ti y de lo que os ocurre. Madres e hijas simplemente compartiendo buenos momentos -

- Mira mamá, lo siento, pero esta conversación se está volviendo algo ridícula. No volverá a suceder más y si me surge algo te prometo que te avisaré antes - mi estomago rugía. Estaba hambrienta, desde el desayuno no había probado un bocado y había gastado mucha energía haciendo el tonto sobre esa tabla.

- Más te vale que así sea jovencita - mamá agarró el teléfono de la habitación - pediré que nos traigan aquí el almuerzo, llamaré a tu padre y a Derek para que vuelvan cuanto antes - tecleó unos números y se llevó el aparato a su oreja - Hola, habla la señora Cristina Santana -

Silencio

- Sí, exacto suite 5 -

Más silencio

- Me gustaría que nos subieran a mi familia y a mí el almuerzo a la suite -

De nuevo silencio

- Traigan un poco de todo, algo de carne, algo de pollo, algo de pescado y algo de pasta también. Y luego para beber solamente agua por favor - rodé los ojos - sí en unos 30 minutos estaría bien, gracias - cortó la llamada - voy a llamar a tu padre y a tu hermano para avisarles - agarró su móvil.

Arrastré mis piernas hasta llegar a la puerta de Gael y la abrí. Cuando entré vi a mi hermano acostado con los brazos cruzados bajo su cabeza. Tenía la mirada perdida en el techo. Me preguntaba en qué estaría pensando.

- ¿Te he dicho ya que eres mi hermano favorito? - me lancé a su cama y me apoyé en sus piernas y cerré los ojos.

- No, hoy no me lo habías dicho -

- Pues lo eres - levanté la cabeza sonriéndole.

- Eso es porque desde que hemos llegado aquí Derek va a lo suyo, sino también me cambiarías por él - me hice la ofendida

- Entre hermanos no podemos envidiarnos - enarqué una ceja y ambos reímos.

Me reincorporé en su cama justo cuando recibí algunas notificaciones seguidas.

Sucedió en CanariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora