- ¡Bienvenidos a bordo! - Nati elevó sus brazos en el aire dándonos a todos la bienvenida. Estábamos subiendo a su barco por una escalera desde el puerto.
- Te ayudo - Aless cogió mi maleta para subirla al barco y después me ofreció su mano para subir yo.
- Eres todo un caballero - bromeé cuando acepté su mano y me impulsé para subir. Él me guiñó el ojo, dándome una palmadita en el trasero. Cómo ya era de costumbre.
- ¿Qué te pasa con mi trasero? - pregunté divertida tratando de sonar ofendida.
- ¿Acaso no puedo? - elevó su ceja. Yo me sonrojé al instante y opté por no responder a esa pregunta, simplemente me giré porque sabía que él podía tocarme lo que quisiera. Pero me niego a decirle algo así. Escuché su risa.
- ¿De verdad que no ha venido? - preguntó Ingrid mirando a mis espaldas, inspeccionando cualquier rincón en el que Bianca podría aparecer en cualquier momento. Negué con la cabeza.
- Tampoco viene Daniel - ella abrió los ojos como platos.
- ¿Qué? ¿Por qué no? ¿Pasa algo? - me encogí de hombros.
- Solo sé que últimamente lo veo muy distante -
- Tienes razón - asintió - cuando está con nosotros casi y no dice ni una palabra - suspiró - de verdad que no entiendo qué está pasando -
- Deberíamos de preguntarle a Brenda qué le pasa a su hermano -
- Deberíamos - me dio la razón.
Mi teléfono móvil sonó y lo saqué de mi bolsillo. Era un mensaje de mi madre avisándome de que siempre estuviera atenta a sus llamadas. Tecleé que en algunas ocasiones no sería posible debido a la falta de cobertura en alta mar y que si sucedía algo me pondría en contacto con ella de alguna manera. A lo que rápidamente contestó con un: "Disfruta cariño 😘"
- Nos pondremos en marcha en unos momentos. Con nuestro querido capitán - todos miramos a Hugo cuando soltó una carcajada.
- Tiene que ser una broma - Sofía se quitó las gafas de sol y abrió los ojos sorprendida - tiene que ser una broma - rió nerviosa.
- No lo es - Hugo negó con la cabeza - pero tranquila muñeca que sé lo que hago - le sonrió seductor. Brenda se removió incómoda en su sitio y bajó la mirada al suelo cruzándose de brazos.
- Tranquilos, mi hermano está perfectamente cualificado para manejar este cacharro - Nati guiñó un ojo - ahora, creo que va siendo hora de que nos repartamos las habitaciones -
- ¿Cómo nos las vamos a repartir? - preguntó confusa Chiara dejando su bolso sobre una mesa.
- Verán, el barco cuenta con capacidad de sobra para estar todos cómodos. Tiene 5 habitaciones, un salón enorme que conecta con el comedor, la cocina está equipada con todo lo necesario, tenemos 3 cuartos de baño y una sala de juegos. - Nati iba haciendo de guía por todo el barco. Las caras de nuestros nuevos amigos eran un poema, pude ver cómo Chiara sacaba fotos a todo.
- ¡Es una pasada! - comentó emocionada.
- Lo es - respondió Natalia con total seguridad. Rodé los ojos.
- ¡No me digas que tienes un tobogán! - rió emocionada Sofía cuando salimos a la cubierta.
- También un trampolín - lo señaló con la cabeza Adrián.
- Hazme una foto aquí - Chiara se apresuró a sostener su teléfono móvil frente a Giovanni. Se sentó rápidamente en el muro del barco y Sofía se le unió segundos después. Ambas posaron seductoramente. Aless me miró divertido negando con la cabeza.
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Sucedió en Canarias
RomanceSheila y Alessandro, una canaria y un italiano, se encontrarán en el hotel Palace durante las vacaciones de verano. Ambos se encuentran en puntos parecidos de su vida. Un desamor ha desatado la poca cordura que les queda. Casualmente, sin quererlo o...