tres; la modernidad nos ha fallado

69 18 4
                                    

Felix

Cada día en la vida del chico de dieciséis años comenzaba de la misma manera. Se despertaba gracias a la alarma en su obsoleto —pero muy cuidado— celular, la cual consistía en una melodía suave que sonaba a un volumen lo suficientemente alto como para despertarlo a él y a su hermana. Felix abría los ojos y no podía evitar sentirse decepcionado en cuanto notaba que siempre amanecía en la misma habitación —como si secretamente deseara un día despertar en otro lugar, tal vez en otra dimensión viviendo una vida completamente diferente —. Posteriormente, entraba al baño y se duchaba, siempre empezando con agua fría para arreglar el bulto en sus bóxers con el que naturalmente amanecía—no tenía otra opción, pues la postura de su religión respecto a la masturbación era clara y estricta—. Después salía y se vestía rápidamente en la habitación mientras era el turno de su hermana para ducharse. Una vez que ambos estaban vestidos, se arrodillaban frente a la cama y hacían una oración antes de salir a dar los buenos días al resto de integrantes de la familia.

Últimamente Felix se sentía más irritado que de costumbre y no sabía por qué. Antes era capaz de seguir cada una de las reglas al pie de la letra, rezaba sin dudarlo y asistía a misa con una buena actitud. No obstante, en los últimos meses había sentido como si de repente toda su vida empezara a sentirse sumamente controlada, condicionada y aburrida. Cada vez que volvía a casa después de la escuela se sentía miserable al poner un pie en la construcción, como si se la pasara mejor cuando estaba lejos de su familia.

Algunas preguntas como ¿Por qué no puedo escuchar la música que yo quiero? ¿Por qué no me puedo vestir como yo quiero? ¿Por qué no puedo expresarme libremente con mis pinturas? ¿Por qué mis compañeros de clase sí pueden salir con sus amigos? ¿Por qué veo a todos los demás vivir libremente sin verse culpables?

En las películas que veía con Seungmin cuando tenían horas libres en la escuela, se mostraba a gente viviendo de una manera totalmente diferente a la que él estaba obligado. Los personajes no rezaban a cada hora, se vestían como querían,  comían comida rápida, salían a fiestas, tomaban, fumaban, salían en citas con muchas personas, algunos incluso salían con personas del sexo opuesto, tenían relaciones sexuales sin estar casados, se hacían tatuajes, salían en familia, bromeaban, reían...

Eran felices, y no se veían culpables por ello.

Sus padres siempre les decían que toda esa gente estaba condenada a pudrirse en el infierno y que sólo eran una decepción para el Todopoderoso. Y él por muchos años lo creyó, pero últimamente estaba cuestionándose todo.

Por supuesto, tenía miedo de que todo fuera cierto y que por desobedecer, Dios lo castigara de maneras crueles mientras estuviera con vida, y posteriormente al morir terminara en el infierno; pero a veces la curiosidad era mayor.

A veces pensaba en la posiblidad de renunciar a aquello que sus padres le habían dicho que era una parte preciada e importante de su identidad  sólo para sentirse vivo.

...

—Tenemos hora libre, pirujas... no vino la maestra de trigonometría—dijo Seungmin, emocionado —¿Qué vamos a hacer?

—¡No nos llames así! —exclamó Jeongin con molestia. Felix, por su parte ignoró el insulto, pues ya se estaba acostumbrando —No empieces con tus groserías.

—Ya, perdón —se disculpó —¿Quieren escuchar música o ver una película?

Seungmin Kim era perfectamente consciente de lo estrictos que eran los padres de sus amigos, y por ello a veces intentaba convencerlos de hacer cosas que tenían prohibidas en sus hogares. Le prestaba frecuentemente su celular a Felix y lo dejaba curiosear en su Instagram y TikTok, pues a su amigo no le dejaban tener redes sociales; les enseñaba las canciones que lo tenían obsesionado actualmente y les ponía películas. Jeongin era más cerrado y por eso no siempre accedía a los gestos de Seungmin; Felix, por el contrario era más curioso y siempre terminaba cayendo en la tentación.

say yes to heaven | chanlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora