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You belong with me
Siempre pensé que el destino era algo inmutable, que nuestras vidas seguían un curso preestablecido sin margen para el cambio. Pero a veces, el destino juega con nuestras emociones, nos pone a prueba y nos muestra que nuestras elecciones también pueden influir en los hilos de nuestras vidas.
Desde el momento en que conocí a Joao, supe que algo especial había surgido entre nosotros. Sin embargo, la vida tenía otros planes para ambos. Jamás había tenido el valor de confesarle mis sentimientos y lo bien que me hacía sentir. Nos conocimos en el 2016 cuando él ingresó al equipo B del Benfica, yo sufría con un trabajo de medio tiempo recogiendo balones mientras ahorraba para poder entrar a la Universidad. Siempre recordaba el día que nos conocimos como uno de los mejores de toda mi vida, no solo había sido el día donde había conocido al hombre del que estaba profundamente enamorada, también había conocido a mi mejor amigo en todo el mundo.
2016
Era una cálida tarde de primavera cuando tuve mi primer día de trabajo con el Benfica. Los nervios estuvieron presentes desde el momento en el que mis pies pisaron el estadio y la ansiedad por cometer un error no se fue hasta que el partido terminó. Entre el bullicio de la gente hablando y el estadio pintado de rojo, mis ojos se posaron en él; Joao Félix. Un chico con una sonrisa cautivadora y una mirada llena de misterio, quién me miró fijamente en cuanto notó que yo lo observaba. Aquel momento efímero dejó una huella en mi corazón que a día de hoy, no se ha logrado borrar.
—¿Hola? ¿Te encuentras bien?— preguntó Joao con una voz amable, sacándome de mi ensimismamiento.
—Me llamo Joao, ¿cuál es tu nombre?—preguntó con una sonrisa.
—Soy Victoria. Un placer conocerte— respondí, intentando ocultar mi nerviosismo.
—Igualmente— sonrió— espero verte por aquí más seguido— guiñó su ojo, y se alejó hacia los camerinos.
Con esa simple conversación, comenzó nuestra amistad. Nos volvimos inseparables y compartimos risas, confidencias y secretos que solo fortalecían el vínculo entre nosotros.
2022
—¡Hey! ¿Me estás escuchando?— escucho la voz de Magui sacándome de mi trance de pensamientos.
—Si si, lo lamento— me disculpo— Solo estoy estresada, las cosas no han estado bien en la oficina últimamente.
—Vamos ¿es enserio? Estamos yendo a Londres a ver el partido de Joao y tú ¿piensas en trabajo? Estás loca— rio por el comentario de mi mejor amiga y me recuesto en la silla del avión que había enviado Félix para que asistiéramos al partido de Champions contra el Dortmund.
