Mick Schumacher 🏎️🤍

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True Love

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True Love

Año 2026; Mónaco.

Mick Schumacher y Juanita Montoya. Ambos promesas de la Fórmula Uno y ambos hijos de grandes ex pilotos. Uno hijo de una leyenda y otra hija de quien pudo haberlo sido.

Desde que Juanita y su hermano Sebastián, entraron al mundo del motorsport, hicieron la promesa de que no descansarían hasta ser campeones y por supuesto, hasta hacer sentir orgulloso a su padre; Juan Pablo Montoya.
Ahora, después de tanto esfuerzo, formaban parte de la parrilla principal de la categoría. Sebastián siendo piloto de Red Bull y Juanita de Williams, como su padre.

Todo era perfecto para la colombiana, estaba haciendo lo que más amaba, compartía con su hermano a pesar de que fueran de equipos rivales, su padre estaba orgulloso de ambos, todo marchaba bien.
A excepción de una cosa, él; Mick Schumacher. Todos amaban al piloto alemán, todos congeniaban tan bien con él, incluso su hermano, pero para Juanita, Mick era una piedrita en el zapato, un grano en el culo, un completo dolor de cabeza.

Y era extraño que ahora no se soportaran; Juanita tenía vagos recuerdos de haber sido muy buena amiga de Mick en su época en el karting, e incluso cuando ambos competían en Fórmula cuatro. Pero de un momento a otro, aquella amistad se quebró, y ahora, eran enemigos. Y si, eso sonaba como una película ¿enemigos? Por favor, esto es la vida real. Pero genuinamente, se sentía así.

—¿Cómo estás pequeña Montoya?— preguntó Alex Albon sentándose al lado de su compañera de equipo.

—Bien, supongo. Algo nerviosa— confesó la castaña— Aún me sigo poniendo nerviosa antes de cada carrera ¡y ya llevo dos años!

—Si te sirve de consuelo, yo llevo siete y aún sigo poniéndome nervioso— le sonrió para tranquilizarla.

—¿Alguna vez creíste que este no era tu lugar?— cuestionó Juanita haciendo que la sonrisa de Albon se borrara.

—¿Te estás sintiendo así?

—Responde— insistió la chica.

—Claro que alguna vez lo creí. Cuando estaba en Red Bull. Aquel tiempo fue una montaña rusa de emociones. Después llegué a Williams, y esa presión dejó de existir. Claro que al principio no fue fácil, el equipo no estaba a su cien por ciento, pero por lo menos me sentía seguro— explicó el muchacho— ¿no te sientes segura aquí?

—Si lo hago ¡claro que lo hago! Pero me da miedo fracasar, ya sabes, ser una burla para todos— Alex negó.

—Si vas a estar aquí, me refiero, a la Fórmula Uno, es para hacerte sentir orgullosa a ti misma, no a un montón de gente que nisiquiera conoces y no debería importarte.

One shots | FIFA & FIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora