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Bad intentions
—Vamooooos Carlitos, preséntame a Charles— ruego a mi mejor amigo pero el solo rueda los ojos.
—Sigo sin entender como es que estás tan obsesionada con él y lo has visto máximo tres veces en tu vida— hace una mueca que me hace reír.
—No es obsesión, Imbecil. Solo se me hace muy atractivo— Carlos levanta una ceja como si creyera que no lo digo enserio.
—¿Y por eso cada vez que tienes la oportunidad me insistes en que te lo presente? Eso es obsesión, Alicia— se acuesta a mi lado mientras yo lo fulmino con la mirada.
—¡Deja de decir que es obsesión, pesado!— le doy una colleja y de inmediato se levanta y me mira mal.
—¡Auch! ¿Que necesidad de golpearme?— se soba en el punto donde le acabo de dar haciendo drama.
—Porque si. Ahora, cambiando de tema, ¿que haremos en el verano?— pregunto sentándome frente a él.
—No sé tú, pero yo iré con unos amigos a Capri— dice con despreocupación.
—¿Estás planeando dejarme sola todo el verano?— me cruzo de brazos fingiendo estar molesta.
—No, pero creí que estarías el verano con Lucas— el solo escuchar ese nombre me revuelve el estomago.
—Ni menciones a ese idiota, ya no hablamos— comento con fastidio.
—¿Que pasó? Lo último que me dijiste es que todo estaba súper.
—El quería que me fuera a Milán con él y dejara mi trabajo, y definitivamente eso era algo que no iba a hacer. Él sabía desde que empezamos a hablar que por el trabajo debía viajar constantemente y estuvo de acuerdo. ¿Y ahora que buscábamos formalizar me quiere tener como su asistente personal? No gracias, no he trabajado todos estos años para quedarme en casa haciendo spaghetti. — explico a Carlos y él me escucha atento.
—¿Y entonces? ¿Ya nada con él?— niego con la cabeza— Bueno me alegra que te dieras cuenta que es un baboso, te lo había dicho mil veces.
—Nah. Soy un alma libre Carlitos, lo sabes— esto lo hace reír— solo me enoja haber perdido tanto tiempo con él.
—En ese caso, podrías venir con nosotros. Vendrá Charles— levanta las cejas coquetamente y mi corazón y otras cosas se aceleran.
—¿Entonces si me lo presentarás?— inquiero con chulería.
—Ya qué. Si así me dejas de joder, lo haré— doy un gritito y salto a los brazos de mi mejor amigo— eres el mejor de todos definitivamente.
