Fan fiction basado en el volumen 12 de Sword Oratoria, Bell cranel luego de su pelea junto Ryuu para sobrevivir en los pisos profundos, justo después de que Ryuu da su ultimo ataque con el cual derroto al Juggernaut ellos quedaron inconscientes en...
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Retorno
Eina quien anteriormente se encontró con cierto dios, fue devuelta a la ciudad de Orario por medio del Arcanum del dios, ese dios tenia una manera de poder utilizar su arcanum a libertad sin que los demas dioses se dieran cuenta de esto.
-Estoy devuelta....
Una carta con el sello de una calavera se encontraba en las manos de la SemiElfa, una carta que tenia como destinatario la diosa del hogar.
Eina corrió con todas sus fuerzas a la sede de la familia Hestia, pero en su camino se encontró con su compañera de trabajo.
Cabello rosado, ojos color Rosados y utilizando el uniforme del gremio se encontraron de enfrente las dos chicas.
-E.... Eina eres ¿tú?
-Misha-san...
Lo siento ahora mismo tengo mucha prisa....
-¡¡Esperame Eina!!
Eina sin mirar atrás siguió con su camino a la sede de la familia Hestia.
Probablemente esto sea un simple engaño de ese dios... Pero..... Pero..... Debo de tener esperanzas, quiero volver a verlo.... Quiero volver a ver a Bell aunque tenga que dar mi vida a cambio.
Apretando la carta contra su pecho y corriendo a toda velocidad Eina llego a la sede de la familia Hestia.
-¡¡Hestia-sama, Hestia-sama!!
Gritando desesperadamente intentando a la puerta de la mansión chimenea Hestia aparecio del otro lado.
-¿Eina?
-¡Hestia-sama por favor debe leer esto!
-¿Una carta?
Hestia miro con ojos muy abiertos el sello de aquella carta, sabia quien era el remitente, sabia de que dios se trataba.
-....
-Porfavor Hestia-sama digame si se trata de Bell.
Hestia comenzo a Leer la carta, estaba en un idioma que solamente los dioses podia leer.
-¿Que?.... ¡Esto es una broma!
La expresión de Hestia cambio, su rostro de enojo y furia se vio reflejada, no como aquella que se enoja por capricho o por una simple idiotez, esta vez el aspecto de la diosa era aterrador como si hubieran ofendido su sola existencia.
-Ese maldito...
Eina nunca habia visto de esa manera a Hestia, nadie le creeria si contara como estaba su expresión en ese momento.
