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BRITÁNNIA, REINO DE LIONES

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BRITÁNNIA, REINO DE LIONES.

Fuertes explosiones contra mas explosiones se escuchaba desde afuera del gran castillo, grito por alla y por aca de caballeros sacros queriendo entrar en la habitación.

En la habitación en la que se encontraba dos jovenes y un viejo rey, la joven tartaba de evitar a toda costa el pasó de los hombres sacros, con un rey que proteger y una princesa que recien se sabia cuidar, se le hacia complicado y más con su poder mágico debilitado.

-Llevate a Elizabeth lejos lo antes posible. -La muchacha miro con dificultad al rey sin creérselo.

-¿Que? -artículo mientras sentía otra fuerza de poder contra el escudo que protegía la habitación en la cual se encontraba- no puedo dejarlo aquí..

-Padre, no porfavor... -se acercó la albina negándose rotundamente a esa petición.

La joven plateada retrocedió mientras otro ataque era estrellado contra el escudo, el cuál no aguantaría uno más. Se acercó rápido al rey, intentando sacarlo de ese lugar con su hija, pero él retrocedió negando.

-¿Majestad? -lo miro sin querer aceptar que él se queria quedar, sin querer aceptar que tomo la decisión de estar aqui con esos caballeros sacros, los cuales trataban de derribar su escudo.

El hombre viejo se acercó a ella con tranquilidad mientras posaba su mano izquierda en el hombro de la plateada.

-Hiciste bien tu trabajo de proteger a este viejo saco de papas... -la miro sonriendo, como un padre a su hija, sorprendiendo a la guardiana. Ella tenía un poco de aprecio hacía el, un poco, mucho diria en el fondo de su corazón pero nunca lo admitiría- Como última orden, quiero que te lleves a mi pequeña elizabeth, y la mantengas a salvó..

La joven plateada se alejó del hombre cuando sintió su última palmada en su hombro. Lo miro y noto esa mirada que él daba, una mirada de "Todo estará bien." Sin resignarse se acercó a la princesa Albina para poder llevársela, pero la joven se resignó a irse lejos de su padre.

 𝑩𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑬𝒚𝒆𝒔; 𝐴𝑟𝑡ℎ𝑢𝑟 𝑝𝑒𝑛𝑑𝑟𝑎𝑔𝑜𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora