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•✎↻ •真実の戒め ガーランド

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UN APRETÓN HIZO MILLIE mientras sostenía su cetro en alto apuntando a Galand de los Diez mandamientos, su otra mano no se habia corrido ningún centímetro de la cercanía del joven rey. Por sus oídos escuchaba los murmurós de los caballeros sacros alrededor suyo, miedo era lo que ese demonio emitía a los demás tan solo de verlo.

-Su nivel de poder es más de lo que imaginaba, pero algo no cuadra. -murmuró la ojis dorados cerca de Millie, ella al igual que su compañera ni habían alejado sus ojos del mandamiento.

Plateado observo de reojo al cerdo rosado, el cuál captó la orden de Merlín. Como pensaba ambas, el poder mágico del demonio era mínimo, ninguna pizca, cero. Los efectos de las diosas habían dado fruto en ese mandamiento como en los demás de ellos.

-Ósea, si vamos  atacando debe ser ahora. -levanto sus puños la gigante sin apartar la mirada del demonio eh sin bajar la guardia decidida.

Un brillo en particular apareció en uno de los ojos azulados, con una mano apartó al rey un poco lejos del combate para darle mayor movilidad a su cuerpo para luchar, demasiado tiempo había pasado de la última vez que peleó con uno mandamientos. Ese sentimiento de adrenalina la invadió, una sonrisa de burla apareció en su rostro, pelear otra vez la hacía recordar los viejos tiempo.

-Entonces esto es un nido humano, Han cambiando muchas cosas en 3000 años.. -la criatura roja dejo de tocar su cara para observar a los humanos cercanos- Pero como siempre están amontonados, su hábito de congregarse no ha cambiado... Esta muy apretado.

Con un movimiento de brazo levantó su arma dando movimientos al alzar dejando destrucción a la apreciada ciudad, varios gritos de personas se escucharon por aquel ataque mientras el rey se quedaba atonico en su lugar. Millie chasquio su lengua intranquilidad por ese movimiento por parte del demonio pero siéndo sincera lo veia venir.

-¡Ahora hay un poco más de espacio! -Sonrió por la destrucción que causó, una satisfacción recorrió su cuerpo hasta que esa sensación se desvaneció al ver los orbes morados frotando a la distancia con personas dentro de ellos.

 𝑩𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑬𝒚𝒆𝒔; 𝐴𝑟𝑡ℎ𝑢𝑟 𝑝𝑒𝑛𝑑𝑟𝑎𝑔𝑜𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora