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•✎↻ •攻撃を受けている城

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EN AQUELLA BATALLA, solo se podía ver una luz eh esa era de la joven peliplateado la cual se mantenía flotando con ayuda de sus alas, su vista no se habia ido del chico demonio. Después de aver ayudado aquellos pequeños demonios eh verlos irse, se había dirigió al mayor, el líder del batallón contrario.

-Llie.. -murmuró observando como seguía siendo ella, seguía al igual desde la última vez que hablaron. En la distancia en la que se encontraban, la corto para acercarse a ella mientras una sonrisa de alivio aparecía en su rostro- Cuándo me enteré que tu hermano te había prohibido salir del reino de los cielos, me preocupé.

-Nunca permitirá que me encierren, no podía quedarme sin hacer nada mientras sabia que estábamos en guerra. - una cara de preocupación se notó en ella pero después esa expresión se fue cambiando lentamente a una de tranquila eh aliviada de ver a su amigo, mejor que nunca- Me alegra verte de vuelta, Mel.

La sonrisa puro que le daba la mujer, lo había cautivado, hace bastante tiempo no veia aquella expresión de alegría que solo ella le dedicaba cada dia que estaban juntos. Esa sonrisa brillante que hasta un corazón oscuro podía hacerlo iluminar, desde que se enteró que el idiota del arcángel le había prohibido ir a verlo eh también porhibilir salir sino sea por la guerra o para enfrentarse a los demonios. Se había puesto furioso, aunque quisiera hacer algo, ella nunca iría encontra de su hermano. Aunque fuera un monto de cosas, ella aún lo respectaba.

Azulados estaba apunto de acercarse al chico eh decile lo mucho que lo extraño, después de todo era su amigo y lo quería como si no fuera un mañana. Una luz se hizo aparecer enfrente de la arcángel, luz que había ido contra meliodas el cuál no lo pudo evitar por estar distraído, un grito se hizo escuchar de la joven eh se lanzó  atraparlo antes de que tocará el frío y duro suelo. Lo agarró de un brazo mientras miraba para todos lados buscado al causante de aquel poder.

 𝑩𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑬𝒚𝒆𝒔; 𝐴𝑟𝑡ℎ𝑢𝑟 𝑝𝑒𝑛𝑑𝑟𝑎𝑔𝑜𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora