El desorden de emocionés que provoca tu sonrisa; lo que me haces sentir, la forma en que me miras; el contacto de nuestros labios, el caos que ordenas y lo bien que encajas en mi vida.
Un amor tan real, tan fuerte y tan bonito.
ᴇᴍᴘᴇᴢó: 𝟏𝟐-𝟕-𝟐𝟎...
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¡¡INCREÍBLE!! Era lo único que pensó la Albina al ver como su Guardia acababa con el caballero sacros con facilidad. Tampoco podría creer que habia encontrado a un pecado capital, Melodías el dragón de la ira y no solo eso, sino que era el lider de ellos.
La plateada se acercó tranquilamente a su protegida sin expresar mucha emoción por aver vencido aquél hombre sacro.
-Bien echo. -felicito la Guardia a la joven mientras le pasaba un pañuelo para que se limpiara las lágrimas caídas. La Albina la vio sin entender porque la felicitación, ella sabia que no habia sido de ayudo hoy, ellos habia echo todo el trabajo.
-...¿Por que Señorita? -pregunto agarrando el pañuelo que le habian ofrecido, limpiando las gotas de lágrimas que había quedado. Millie solto una sonrisa al verla como un cachorro perdido sin entender.
-¿Porqué?, ya encontró al capitán de ellos y al mas molestoso de los pecados. -la plateada escucho como habia logrado sacarle una risa a la Albina, quien seguir limpiando su cara. La princesa vio como el ojiverdes, que ahora lo reconocia como meliodas, se acercaba a ellas despreocupado con una gran sonrisa en su rostro.
- Elizabeth, Parece que con esto, encontraste al primero. -se señaló asi mismo con esa sonrisa que siempre daba. La Albina asintió feliz ante ello, la plateada sonrió al verla contenta hasta que su sonrisa se fue yendo, al ver la cara de la Albina cambiar e verla a ella sin entender.
-Señorita... -la nombrada emitió un sonido dando a entender que la escuchaba- el caballero sacros de hace rato, dijo que usted era un.... ex pecado capital. -solto sin mas su protegida. La plateada solo la vio, pensando que con todo este caos habia olvidado aquel detalle. El rubio se giro a verla esperando aver que decía su ex compañera.
-Fue.... fue hace mucho que habia dejado al grupo. -dijo con un murmuró fino al escuchar pero los presentés, al estar cerca de ella, pudieron escucharla- he dejado de ser un pecado, cuando decidí abandonar al equipo. Mi pecado aun seguirá en mi, pero ya no soy parte de ellos. -lo dijo cabizbajo. No estaba feliz de averlos dejado, en absoluto, sentia tristeza cada vez que recordaba a sus antiguos amigos con quienes paso una parte de su vida.
