El desorden de emocionés que provoca tu sonrisa; lo que me haces sentir, la forma en que me miras; el contacto de nuestros labios, el caos que ordenas y lo bien que encajas en mi vida.
Un amor tan real, tan fuerte y tan bonito.
ᴇᴍᴘᴇᴢó: 𝟏𝟐-𝟕-𝟐𝟎...
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+3000 AÑOS ATRAS.
Una pequeña figura se veia a los lejos, una figura que jugaba con un pequeño perrito en el pasto verde brillante, estaba feliz de aver encontrado un amigo con quién estar.
Se encontraba corriendo atras de él sin ver por donde el perro la llevaba- ¡esperame! -salio un suave grito de la niña cual tomaba vuelo para poder alcanzarlo hasta que lo perdio de vista a llegar a una ruina creca de un pequeño bosque.
Se notaba que ese mismo bosque estaba encantado, no solo por la magia de un ángel, sino también la de otra magia más fuerte.
Voló mas alto tratando de ver mejor el lugar, fue pasando por cada parte de esa ruina destruida buscando al perrito que anteriormente estaba jugando con ella. Miro varías veces el lugar hasta toparse con una figura sentada en las barras del lugar con el pequeño perrito en brazos.
El niño al notar la presencia de la ángel, se levantó dejando al pequeño animal en el suelo, trató de notarla pero el gran brillo del sol no lo dejaba ver nada, solo una figura volando en lo alto con grandes alas. La niña al percatarse de eso se acercó un poco mas mostrando su cara, una bella cara para una simple ángel.
El niño la miro sin poder comprender como una niña ángel como ella tuviera una belleza tan impecable como la cual poseía. Se quedó mirandola como si el mundo se ubiese detenido ahi mismo, concentrado en ella, vio como la niña abría la boca articulado moviendo en ella, se quedo quietohasta que vio que le estaba hablando a él.
-¿Que? -sacudió su cabeza varias veces tratando de entender lo que ella le decia.
La pequeña bajo de las alturas, posandose al frente del pequeño demonio de básicamente de su edad, lo observo con eso ojos azulados profundos como el océano sin una impresión en ellos.
-el animal que tienes...-murmuró suavemente mirando esta vez al perrito- Es mi amigo, me lo puedes devolver... -dijo sin despegar la vista del pequeño animal que parecía feliz con el niño de ojos verdes.
