Despertar todas las mañanas y que el otro lado de mi cama se encuentre vacío, era un sentimiento con el que ya me había acostumbrado a vivir.¿Estaba mal?
Me había enamorado de un hombre que siempre estaba ocupado con su trabajo, me ignoraba y muchas veces me trataba mal. Según él, porque mi única tarea como mujer era tenerle preparada la cena.
En la noche solo quería coger y yo como idiota le hago caso en todo.
Lo que hace la dependencia emocional... Me juré a mí misma nunca estar con alguien así, y mírenme.
— Te ves asquerosa.
— Gun, te dije que no puedes entrar a mi casa de esa manera. —me levanté de la cama y tomé las prendas que habían quitado en la noche.
Él ya me había visto desnuda antes.
— Puedes ir a vivir conmigo.
— Ya hemos hablado de esto. —me puse la camiseta en frente de sus ojos— Además te dije que no puedes romper la cerradura cada vez que quieras verme.
— El tipo es un idiota.
Giré a verlo. Estaba serio, como siempre, traje de diseñador y apariencia de hombre fuerte y seductor.
Así era Gun.
El hombre que me gustó por años, pero que luego de que me casara con otro, se obsesionó conmigo.
Ya no me gustaba, tristemente ahora amo a un hombre que me trata como si fuera basura.
— Además... Probablemente la tengo más grande.
— Gun, no me interesa. —ignoré el comentario.
Salí a la sala de estar y miré toda la casa.
Sentí un terrible nudo en la garganta al saber que así sería mi vida desde ahora, quedarme encerrada, limpiando, cocinando y esperando a mi futuro esposo... En silencio, porque yo no tengo voto ni voz.
— Te encierra.
— Cállate.
— Y te golpea.
— ¡Tú no eres quién para decir algo! ¡Me tratabas muy mal también!
La casa quedó en silencio. Suspiré y me senté en el sofá de la sala de estar.
La casa no era muy grande, era fría y estaba un tanto descuidada. No quiero quedar como una materialista, pero no sentía que perteneciera ahí... Más que nada porque no lo siento como si fuera mi hogar.
Suelo estar aquí todo el día, todos los días.
Y aún así me siento fuera de lugar.
— Cambié.
— Eso lo dicen todos.
— Puedo demostrártelo.
— ¿Y cómo lo harías? —pregunté con burla, pues no le creía nada de los que decía.
— Goo lo sabe... También se lo comenté a James y a la hija de Charles Choi.
Abrí mis ojos sorprendida.
Algo que sucedía antes, es que Gun era el tipo de persona que se avergonzaba de mí... O que simplemente no le interesaba andar contándole a la gente que cogía conmigo, pues normal.
Pero que le haya dicho a Goo que...
Espera un momento.
— ¿Qué les dijiste exactamente?
— Que dejarte ir fue una estupidez.
Lo miré seria, algo faltaba.
— Y que... Estoy jodidamente enamorado de tí.
Nuevamente no supe que decir, Gun me estaba dejando sin palabras y hasta estaba confundida.
Desde que me había mudado con mi pareja, es cierto que irrumpía en la casa y discutíamos del tema, pero jamás llegamos a este punto.
— Voy en serio.
— No... No pued-
— Nunca me olvidaste. —jamás cambió su expresión— Y aquí estoy. De no querer nada te habría dejado pudrirte en este basurero.
Gun el menos clasista.
— Estás siendo grosero.
— Te gusta que sea así.
De su bolsillo sacó un cigarrillo, el cual encendió y llevó a sus labios, mostrando una sonrisa ladeada.
— Vuelve conmigo.
— ¿Volver? Nunca fuimos nada...
Él chasqueó la lengua, se notaba que empezaba a enojarse por mis respuestas. Es cierto que hay una parte de mí que quiere mandarlo todo a la mierda e irse con Gun.
Pero mi corazón sigue perteneciendo a mi pareja, al cual aún tengo fé de que vuelva a ser como antes.
— Última oportunidad.
— No puedes exigirme nada.
— Cambia de opinión, vienes conmigo —ignoró lo que dije y siguió hablando, comenzando a enumerar unas cuantas razones con sus dedos— y tendrás una vida de lujos, no serás un secreto, dormirás conmigo, ahí incluye que te haré ver las estrellas, cosa que creo que él no pued-
— ¿Puedes dejar de pensar en sexo?
— Solo estás usando una camisa. —bajé mi mirada a mis piernas desnudas.
— Ya lo hemos hecho antes, tampoco es como si yo fuera a la única que haz visto sin ropa.
— Eres la única que me pone.
Me sonrojé sin poder evitarlo.
¿Por qué... Parece tan desesperado por querer estar conmigo?
¿Gun?
El Gun que yo conocía no haría esto.
Tal vez...
No, no debo ni tenerlo en cuent-
— Recuerda que no importa dónde o quién estés, me perteneces.
Y volvió el tóxico.
— Gun, lo nuestro debe terminar.
— Nunca hemos sido nada. —repitió mis palabras.
Él se acercó a mí, y con cada paso que daba, yo retrocedía al encontrarme nerviosa.
No todos los días tenías a un hombre apuesto diciendo eras de su propiedad.
— Sabes que jamás sentirás por nadie, lo que sientes por mí.
— ¿Cómo puedes estar tan seguro?
Tomó mi mentón y lo alzó, yo cerré los ojos al notar como se acercaba.
Pero volví a abrirlos cuando giró mi cabeza a un lado, en dónde se encontraba un espejo.
— Mira tu cara.
Sonrojada y boca entre abierta. Y un pequeño brillo en los ojos que solo se podía tener cuando observabas a la persona que ponía tu mundo de cabeza.
Está bien, no es como si humillarme a mi misma fuera algo nuevo para mí.
— Eres mía...
Creo que nunca dejé de serlo.
— Volvamos a casa.
— Sí...
____[...]____
A ver, que aquí se me disparó todo ajsjslsj tipo, me ponía a escribir algo re tóxico amigo. Pero bueno, al final el manwha tiene puras red flags, así que entendible que hayan algunos que no sean muy softs que digamos.
Final feliz claro que sí JAJSJJAJS
Gente, que hay mil leídas y 200 estrellitas, muchas tenkius por el apoyo. Muack muack
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One-Shots || Lookism-Hit Viral
FanficSerie de One-Shots Lookism y Hit Viral Porque el universo de Ptj merece sus propios one-shots. Puede contener spoilers y lenguaje adulto.