Taehoon Seong

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Si me dieran una moneda por cada vez que Taehoon dice esa estúpida frase...

— Ey ¿Tienes 500 won?

Sería millonaria.

— ¿Sabes que no todo en la vida es pelear verdad? Deberías usar el Taekwondo solo en torneos oficiales... —rodé los ojos cuando este no me hizo caso. En cambio, dió una patada y dejó inconsciente a un chico.

— Yo no voy a esas cosas. —como si nada, se sentó otra vez a jugar con una moneda que le había ofrecido el chico antes de que lo golpearan.

Me senté en la máquina de al lado, sin jugar a nada. Lo observé fijamente...

Tenía las pestañas largas, el cabello revuelto porque nunca se lo acomodaba. Sus cejas también estaban despeinadas y fruncidas, la clavícula se le marcaba cuando se enojaba con la máquina, su labios estaban ligeramente rojos y humedecidos, abría la boca de vez en cuando para soltar insultos... Sus mejillas ruborizadas.

¿Eh? ¿Sus mejillas ruborizadas?

— ¿Qué tanto me miras? —me atraganté con mi propia saliva.

— Lo feo que eres.

Mentí ¿Quién en su sano juicio pensaría que Taehoon Seong es feo? Esta generación de adolescentes eran... ¿Cómo decirlo? Unos dioses griegos.

— ...Sabes que no es cierto. —me sonrojé cuando volteó a verme con esa sonrisa.

Maldito egocéntrico.

¿Lo peor? Él no es tonto, probablemente ya sabe que me gusta.

— Lo que no entiendo es porque lo niegas... —volvió su vista al juego, riendo entre dientes.

— Que eres un patán. Y mi código no me permite salir con delincuentes.

— Pero somos amigos~ —su risa se hacía cada vez más suave.

Me sonrojé fuertemente. Se estaba burlando de mí, siempre lo hacía el muy hijo de...

— Por tu decisión. —esperé paciente la próxima estupidez que saldría de sus labios— Si se tratara de mí, ya estaría comiéndote la boca.

Sí... Eso no me lo esperaba.

— ¡Deja de bromear!

— Y tú deja de pensar que lo sabes todo, tonta.

Antes de poder volver a alzar la voz, él se inclinó. Me ví interrumpida por una presión en mis labios, mis mejillas ardieron y mis ojos casi se salen de la impresión.

Taehoon me estaba besando.

Una vez se separó de mí, volvió a su posición inicial.

— ¡Y-Yo n-!

— Estabas hablando demasiado. —sacó la lengua, dejando en claro que estaba jugando conmigo.

— ¡No puedes callarm-

Nuevamente sentí sus labios contra los míos.

— ¿No que no? —yo estaba petrificada.

— Taehoon, esto no es lo que-

— Y créeme que podría estar así todo el día... —susurró contra mi boca, antes de volver a besarme.

_____[...]_____

Pues... Nada que decir, Taehoon mi marido.

One-Shots || Lookism-Hit ViralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora