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Vin Jin

Cuál ratón parecía siempre huir cuando se cruzaba con él. Aún cuando no era atlética, sus piernas se volvían las más veloces del mundo con tal de no estar cerca de su persona.

Es cierto que tenía su reputación, un bully busca problemas.

En su defensa, los gordos son gordos porque quieren.

Y aunque no cambiaría su forma de ser, se encontraba intrigado por aquella chica bonita que siempre huía de él. No era la primera vez que pasaba, pero algo le llamaba la atención de ella.

¿Qué era ese algo? Quería descubrirlo, pero acercarse a ella era toda una pérdida de tiempo. Era solo cuestión de que lo viera para que sus pequeñas patitas se movieran a una velocidad impresionante en dirección contraria.

Debería ser atleta, ganaría bien.

— La chica de ojos bonitos no quiere verme.

— ¿Quién te querría cerca, Vin Jin? —se burló la rubia, llevándose la cuchara a la boca con parte de su almuerzo.

El azabache pegó su frente contra la mesa.

Quería hablar con ella, necesitaba hacerlo.

— ¿Por qué tanto interés en ella? Es raro viniendo de tí.

— No te importa. —se cruzó de brazos.

Mary se quedó en silencio, mirándolo fijamente. No era normal que su "amigo" se fijara en alguien de esa manera, pues aunque era cierto que muchas veces se había interesado en otras, cuando estas no mostraban interés...

"Tú te lo pierdes, perra"

Sí, había algo diferente.

— Mary... —la chica que antes había salido huyendo se acercó a la mesa de ambos. Con sus manos frente a ella, jugando con sus dedos y la mirada gacha.

Se le notaba que era muy tímida.

— Hola —Respondió la rubia en un susurro, mirando de reojo a su amigo, el cual se encontraba sentado rectamente.

Eso casi la hace estallar a carcajadas.

— El profesor dijo... Que te necesita. —una vez dijo eso, dió media vuelta.

Lo que no se esperaba, es que la rubia la tomara de la mano, retrniéndola.

— Perdón por asustarte, bonita. —habló Mary—. Pero necesito hablar contigo de algo ahorita, ya sabes, de nuestra salida del jueves ¿Te importaría esperarme aquí mientras vuelvo?

Sin dejarla decir nada más, la rubia se fue de allí no sin antes hacer una señal de aprobación en dirección a Vin Jin, el cual parecía estar un debate mental consigo mismo.

No sabía que hacer.

Es cierto que sentía atracción, pero... Por alguna razón con ella no quería arruinarlo.

La chica se sentó frente a él, un poco incómoda. No sabía que decir, mucho menos como dirigirse a él puesto que le tenía cierto temor por los rumores.

Un silencio se instaló entre los dos.

Ella parecía querer morirse mientras que Vin Jin festejaba a sus adentros porque al fin la tenía al frente.

Y ahora que había llegado tan lejos, repito, no tenía ni la menor idea de que hacer a continuación.

— Estoy en el departamento de danza vocal, cuando quieras... Ya sabes, puedes venir. —dijo con calma, una actitud muy rara viniendo de él—. Mary dijo que te gusta la música y no es por presumir, —sí, obvio que estaba presumiendo—. Soy el mejor.