⊱✿⊰𝕀𝕏

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El calor no tardó en extenderse por todo mi rostro. No sabía con exactitud en qué momento las palabras salieron de mi boca, pero lo hicieron. Realmente su rostro me había hipnotizado por un momento y, al fin, comprendí su obsesión con esconderse y mantener el perfil bajo.

—Me... ¿Me habías visto antes?—Preguntó, con algo que parecía preocupación su voz. Sonreí dulcemente, enternecida por su reacción. Mis manos seguían estando en su rostro y nuestros cuerpos seguían estando lo suficientemente cerca como para sentir la energía que fluía entre nosotros.

—MinHo, quiero que sepas que no solo me importa tu apariencia física. Me importa quien eres como persona, tu calidez, lo egocéntrico que eres y lo mucho que cuidas de mí. Eres hermoso, tanto por dentro como por fuera—le aseguré para tranquilizarlo.

—Gracias, Hana. Y no soy tan egocéntrico

Rode los ojos sin dejar de sonreír, al igual que él. Para aligerar el ambiente; que se había puesto demasiado pesado por la revelación de él, nuestra extraña cercanía y el remolino de sentimientos que me tentaba a hacer cosas de las que me arrepentiría, tuve la maravillosa idea de darle unas pequeñas palmaditas en la cara. 

Claramente había sido extraño y fuera de lugar. Estaba rojísima de la vergüenza.

No sé que pasaba por mi mente en ese momento.

Quería alejarme y correr; sin embargo algo de él me hacía seguir pegada a él sin siquiera poder bajar mis manos de su cara. Estaba completamente embobada, y no sabía si era por sus actos, su carisma, su cercanía, lo atractivo que era o simplemente todo junto.

Y acabé por aceptar que la mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.

—Al final resultó que sí tenías un lindo rostro debajo de esa mascarilla—dije en un intento fallido de ocultar mi sonrisa.—Supongo que tendré que aprovechar esta oportunidad de algún modo.

MinHo rio suavemente ante mi comentario, supongo que disfrutando mi coquetería burlona del momento.

—Supongo que tendrás que verlo como un privilegio exclusivo, Hana—respondió MinHo con una mirada juguetona, ladeando su cabeza haciendo que se apoye totalmente sobre mi palma. Sin percatarme, esa posición me permitió el acceso a su flequillo con más facilidad, por lo que me encontraba jugueteando con un pequeño rizo que caía sobre su frente.—No todos tienen el honor de ver un rostro tan bonito desde tan cerca.

—¿Un honor, dices? Quizás deberías agradecerme apropiadamente, MinHo—susurré, en un tono diferente.

MinHo levantó una ceja, fingiendo indignación.

—¿Y cómo debería agradecerte, Hana? ¿Con una reverencia? ¿O acaso te gustaría una serenata personalizada?

Ambos estallamos en risas, separando mis manos de él al fin, disfrutando de la tensión que se hacía más palpable.

Ninguno de los dos parecía querer que aquel momento terminara.

Finalmente me levanté, separándome por completo de él.

—¿Acaso eres un cementerio de neuronas?—Pregunté, lanzándole un cojín a la cara.

—¿Se puede saber que he hecho mal esta vez?—Inquirió fingiendo estar enfadado.

—Todos sois iguales. Ciegos y desconsiderados. ¿Acaso me ves cara de querer una reverencia?—Chillé, procediendo a lanzarle todos los cojines mientras que él se tapaba y reía sin cesar.

—¿Entonces qué? ¿Querías un besito?—Terminó por burlarse de mí.

—Me conformo con que vayamos esta tarde al cat café. Solo bebe tu limonada y cállate.

𝐖𝐢𝐭𝐡𝐨𝐮𝐭 𝐰𝐨𝐫𝐫𝐢𝐞𝐬 | ʟᴇᴇ ᴋɴᴏᴡ ˢᵏᶻDonde viven las historias. Descúbrelo ahora