Era una noche lluviosa, Dylan escuchaba una canción que no llegaba a entender completamente, pero que le generaba internamente algún sentimiento, mientras le contaba a su novio algo que le ocurrió en su cotidianidad. Marshall, se encontraba a su lado revisando vagamente su teléfono, sin prestarle atención.
Uno ya no sabía que más hacer para que lo vieran y el otro ya no sabía que más hacer para no tener que fingir querer seguir ahí. Las últimas semanas lo único que sucedió entre ellos fueron disputas, Marshall parecía no tener interés en su novio, Dylan estaba perdiendo la cordura y las esperanzas.
Todo se mantenía en silencio.
¿Qué estaba haciendo mal? ¿Qué ocurría con ellos?
Buscaba y buscaba algún recuerdo sobre ellos, alguna palabra, gesto... nada. No quería parecer ridículo y preguntar que estaba sucediendo o si dijo algo que no recuerda. Sabía que este momento llegaría y sabía que no era bueno mantener sus preocupaciones afuera, por eso tendría que hablar de todas formas con su pareja, aunque realmente prefiriera callarse y dejar todo así.
No era bueno.
Dylan se sentó al lado de su novio, le dijo que necesitaban hablar. Marshall lo miro, ahora si le estaba preocupando el futuro de su relación, esa expresión en su cara lo delataba, sabía que algo grande estaba por terminar.
- Marshall. - Nunca lo había llamado así, ni en sus comienzos...
-Lo siento. - Dylan no entendía y le pregunto de que se estaba disculpando. - No quería llegar a tener esta conversación.
-Debemos terminar, ambos lo estamos sintiendo así.
-Pero... ¿por qué? - Su preocupación se había ido y no había expresión en su rostro, estaba neutro, casi que insensiblemente visible.
Dylan iba a explotar.
-Marshall no quiero tener que decirte las cosas obvias, no estas prestándome atención, yo cometí el error de idealizarte y tu solo me ignoras, ni siquiera te presentaste a mi cumpleaños. - Dylan se estaba alterando y empezaba a hablar rápido. - Deje pasar eso solamente porque me dijiste que tenías que quedarte en tu casa porque tu madre te había prohibido salir debido a tus notas bajas, pero me entere por tu propia madre que jamás te prohibido ir a mi cumpleaños. ¿Dónde estabas? Ni siquiera sé si quiero saberlo realmente. ¿Tenías que mentirme?
A este punto lo único que se podía oír era el llanto de Dylan.
-Ese día estuve con Kiren, sabes que no es buen amigo, me llevo a un lugar lejos y terminamos perdidos. De verdad lamento haberte mentido, pero sabía que podíamos tener problemas con eso y trate de evitarlos.
-No funciono, ¡porque sigues mintiéndome! Dios Marshall, el propio Kiren estaba en mi fiesta, ¿qué está mal contigo? - Ninguno dijo más nada, Marshall se reprendía por ser un idiota incapaz de mentir bien y Dylan... ya se estaba yendo por la puerta. - Por una vez en tu vida espero que seas sincero, no conmigo, ya no quiero nada tuyo, pero espero realmente que dejes de ser tan mierda, no sé, visita a un psicólogo.
Marshall no comprendía que eso era una despedida, hasta que vio llorar a su novio en la puerta de su casa mientras le decía que ese era el final.
-Se termina acá Marshall, todo esto, no más. Por lo menos hasta que ambos estemos mejor, es mejor no hablar más, no vernos más, no ser nada. -Dylan seguía llorando bajo esa lluvia torrencial que daba por destruido esos dos años de romance. - Espero estés entendiendo, que te estoy dejando.
Seguramente Marshall comprendió, pero no sintió tristeza. Dejo que su ahora exnovio se vaya y cerró la puerta, sinceramente se sentía liberado de alguna forma, pero no sabía de cual.
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Justo donde te deje.
RomanceIdas y vueltas sin saber que camino elegir, si dejarte ir o dejarte seguir. Dylan termina su relación con Marshall. Tienen recaídas y vuelven a ellos en varias ocasiones, no entienden sus sentimientos y mucho menos sus acciones. Pero su vida cambi...