Capitulo 20: Está todo bien y siempre estamos a salvo.

5 0 0
                                    

Sali del salón con una sonrisa, había aprobado con un buen promedio. Kiren me felicito y me planto un beso, Luca me abrazo. Salimos de la secundaria, mi papá me había prestado su auto hoy ya que iba a estar en casa todo el día. Nos dirigíamos al auto cuando nos encontramos a Marshall nuevamente, este estaba discutiendo en el auto de alguien, Kiren quería seguir de largo pero yo me detuve cuando escuche un golpe y el llanto de Marshall.

-¿Que carajo pasa con él, no puede no meterse en problemas y ya?- Luca miraba la escena enojado, yo miraba con horror, me estaba imaginando que uno de esos podía ser su cliente. Kiren no decía nada.

-Dios mio, ¿hasta cuando? Vamos.- No les di tiempo de reclamar, me acerque al  auto, el señor que manejaba no paraba de insultarlo. Toque la puerta y Marshall me miro asustado.- Vámonos.- Ordene, él comprendido pero el chofer de ese auto lo quería detener a como de lugar.

-¿Quien te crees que eres? ¡No va a irse a ningún lado!

-Señor, si me deja decirle, la escena que estamos presenciando puede ser tomada como maltrato infantil y si quiere que le agregue algo mas grave, le digo que puede ser acusado de pedofilia.- Me miraba incrédulo, soltó a Marshall y lo hizo bajarse del auto. Se fue apenas él se bajo.- ¿Estas bien?

-Perdón, perdón.- No me miraba, estaba perdido, su respiración estaba agitada y comenzó a llorar desesperadamente.

-Marshall, estamos aquí, ya se fue.- Trate de consolarlo de alguna manera, él no quería que yo me acercara mucho.-Por favor, ya hablamos de esto, deja ayudar.

-Déjame, no te hagas cargo de esto.- Kiren se acerco a él y le levanto la cabeza cuidadosamente para que lo vea.

-Thomas, no me caes, pero déjanos llevarte al medico por lo menos, mira como estas. No vamos a dejarte aquí solo.- Marshall bajo la mirada y siguió llorando. Mire a Kiren y le pedí que me ayudara a cargarlo. A fuerza lo metimos en el auto de mi padre y lo llevamos al hospital, en todo el camino él seguía diciendo que no hiciéramos esto, que lo dejáramos tirado. Pero no somos inhumanos, no dejaríamos ni al mismo diablo desamparado.

Ya en el hospital, llamaron a Lyna, mientras la esperábamos le contamos al doctor todo lo que habíamos visto, también les conté que su trabajo consistía en dejarse maltratar. Jamas di a entender que se prostituía o algo, eso ya lo hablaría Marshall. Lyna llego dos horas después, lo bastante despreocupada por su hijo, firmo lo que tenia que firmar y nos pidió que le avisáramos cuando su hijo saliera. Nos tomo por sorpresa su actitud, no la reconocíamos, ni siquiera se preocupo lo mas mínimo por él.

Durante el tiempo que esperamos a que atendieran a Marshall, les conté a Kiren y Luca lo que estaba pasando con él y las cosas que hablamos hoy. Ninguno supo que decir, Luca creía que poda llegar a ser mentira, pero Kiren y yo creíamos que era verdad, mas después de haber visto como se puso con ese señor.

Cuando Marshall ya había sido revisado y atendido, nos acercamos a la habitación en la que estaba.

-Thomas, ¿como estas?

-Mejor, gracias por traerme.- Se notaba avergonzado.

-Me alegra.- Tomamos asiento en los sillones cerca de la camilla.- El doctor dijo que en un rato te da de alta. Tu mamá la firmo antes de irse.

-¿Mi madre estuvo aquí?

-Si, la llamaron los doctores porque alguien debía de firmar.

-No vino a verme.-Parecía realmente desanimado.- ¿Les dijo algo?

-Que avisáramos cuando te dieran de alta.- Marshall asintió.- ¿Que paso con Lyna?

-Volvió con papá y como él no acepta que sea gay me corrió de mi casa.- Nadie dijo nada, solo lo mirábamos en silencio.- No importa, deberían irse. Agradezco que sigan acá, pero no deberían ayudarme mas.

-No empieces.- Luca advirtió.- Si estamos contigo es porque no somos unos hijos de puta desalmados como otros.- Le estaba hablando violentamente. Marshall retiro su mirada.- Imagina, lo ultimo que quisiera es estar ayudando a alguien que daño a mi mejor amigo pero acá estoy.

-Luca, sino quieres estar, vete. Comprendemos tu enojo y tus ganas de ayudar a Dylan, pero esta situación es mas grave como para sentir resentimiento.- Kiren hablo firmemente. Luca no dijo nada por el resto del día.

Le dieron el alta y decidimos que lo mejor era llevarlo a la casa de Kiren. Al principio Marshall no quería, quería irse a su casa, pero cuando llegamos a su supuesto hogar quedamos inquietos por el desastre que se veía ese lugar. Insistimos tanto casi obligándolo a que aceptara ir a lo de Kiren, mientras buscaba otro empleo mucho mejor.

Al día siguiente era su cumpleaños, sabíamos que no iba a querer festejar ni nada, pero a la mañana siguiente hicimos un pequeño pastel para él, lo levantamos cantándole el feliz cumpleaños y él se notaba sorprendido. Cortamos el pastel y luego de comerlo Marshall tuvo que ir a la cafetería de papá a una entrevista.


Faltaban solo dos días para graduarnos, hemos estado ocupándonos de los arreglos para la fiesta ya que muy pocos nos ofrecimos a ayudar. Mis amigos y yo fuimos de los primero en empezar a organizar todo, luego se unieron Kiren y Marshall. Este ultimo ha empezado a trabajar con mi padre en la cafetería que él tiene, por lo que sus horas para ayudarnos eran pocas debido a su turno. Eramos diez en total terminando los detalles que nos quedaban, ya teníamos a una banda local contratada, contábamos con un dj bastante reconocido y teníamos una banda reconocida ya contratada. Lo único que nos faltaba era la decoración del salón, que si bien el mismo lugar nos proporcionaba ciertas cosas, nosotros íbamos a agregar mas cosas.

Luego de ya tener todas las cosas, decidimos irnos a la casa de alguno de nosotros como para celebrar que habíamos aprobado todo y que todo estaba bien. Kiren propuso ir a su casa ya que no habría nadie mas que Thomas y que pronto se iría a trabajar. Llegamos a su casa y nos encontramos con Marshall preparando su comida para el trabajo, mis amigos se extrañaron al verlo allí, pero no dijeron nada. Yo entre y lo salude, lo note un poco incomodo, quizá sentía raro que muchas personas hayan aparecido de la nada.

-¿Como llevas el trabajo?

-Bastante bien, me adapte rápido.- Hablo sin mirarme mientras aprontaba su bolso con la comida.

-Me alegro.- Ya había terminado de guardar pero seguía sin mirarme.- Marshall, deja de pensar tanto en ello.

-Lo siento, es difícil estar acá sabiendo lo que cause.- Se digno ahora si a mirarme.- Es complicado seguir sin pensar en que no pague las suficientes consecuencias. Me siento peor sabiendo que siguen ayudándome, pero mas mal me hace saber que siguen siendo amables conmigo aunque yo no sepa como remendar todo lo que hice y en parte sigo haciendo.

-Mira, que te quede claro que no dejaremos de ayudarte hasta que puedas hacerlo tu solo, estamos viendo que estas tratando de mejorar y que las cosas que últimamente te están pasando te hicieron abrir los ojos como para intentar cambiar todo lo malo de vos. No necesitamos que remandes nada porque que quieras ser alguien mejor y diferente nos da la confianza de que realmente lo harás. Es tu segunda oportunidad y no la estas desperdiciando.

No dijo nada mas y solo movió su cabeza en aprobación, se despidió de mi y del resto ya que su hora de trabajo se estaba acercando.

Justo donde te deje.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora