Justo donde te deje.

Capitulo 25: No puedo apartar mis ojos de ti.

Finalmente el día de la graduación había llegado, el padre de Dylan me dio el día libre para que disfrutara este momento, pero cuando estuve en la ceremonia de la secundaria lo ultimo que estaba haciendo era disfrutar. A pesar de que mi mamá no me hablaba, yo seguía mandándole mensajes, sabia que ella los veía, por lo que unos días antes de la graduación le mande una invitación solo para ella, me lleve la decepción e ilusión porque nunca apareció por allí. Veía a todos, tenían a sus familiares o amigos con ellos, en cambio yo, estaba solo.

Los papás de Dylan fueron los únicos que cuando fue mi turno me animaron sinceramente. Luego de que me aceptaran en la cafetería, nuestra relación mejoro un montón, su papá ya no me trataba secamente como cuando me lo cruzaba en la entrada de la secu, ahora hablábamos y sentía que él también me apoyaba, y mas ahora que ninguno de mis progenitores estaba acompañándome y me dejaron desamparado.

La noche llego, estaba ansioso porque hace unos días me contacte con Stephen, este me contaba que lo habían "echado" del trabajo y que ahora estaba viviendo en la casa de uno de sus viejos amigos, que gracioso porque los dos estábamos en casa de alguien que alguna vez fue nuestro amigo. En fin, me conto que estaba trabajando en un florería, yo le comente mi situación y luego de una charla larguísima y hermosa, le pregunte si quería venir a la fiesta de graduación, me contesto enseguida que deseaba ir y así fue como ahora me encuentro en la entrada del lugar esperando a que llegue.

Mientras tanto esperaba a que la hora de los invitados llegara, con Dylan y todo su grupo nos tomábamos fotos, bebíamos y bailábamos un poco. Todos estábamos elegantemente vestidos, Dylan destacaba por ese hermoso traje que llevaba, el resto aunque estaban vestidos bastante básicos, se veían radiantes. Pasamos una hora así hasta que los invitados empezaron a llegar, era la primera vez luego de varios meses que iba a ver a Stephen, eso me tenia tan entusiasmado y nervioso. 

Una notificación me hizo reaccionar al instante, él ya estaba aquí, estaba esperándome en la entrada, fui casi corriendo hacia donde me había dicho que estaba y cuando llegue pude apreciarlo bien, traía un traje verde oscuro que casi se veía negro bajo todas esas luces, su cabello ya no era rubio natural, ahora estaba colorado. Me encantaba, sin duda me encantaba.

Me acerque a él con una sonrisa gigante, podía notar ahora que lo tenia cara a cara que sus ojos brillaban, esos ojos verdes que me volvían loco estaban mirándome. Estaba desesperado por besarlo, por tocarlo, por tenerlo cerca.

Estábamos tan cerca que podíamos sentir nuestra respiración, todo mi entorno parecía estar pausado, lento. Él corto nuestras miradas con una hermosa sonrisa y un abrazo que me hizo querer no soltarlo nunca.

La ultima vez que me sentí así tenia dieciséis y no supe apreciarlo, pero esta vez no volvería a cometer los mismos errores, no voy a perder algo así, no otra vez.

Pasamos el resto de la noche como ya lo veníamos haciendo, los chicos conocieron a Stephen y al igual que a mi, lo incluyeron al grupo. No dejamos que esa noche nada nos detuviera de pasarla bien, cantamos y bailamos como nunca, viviendo nuestros últimos años siendo totalmente adolescentes.

En un momento, quizá a mitad de la noche, no recuerdo. El dj decidió pasar un par de canciones románticas para los enamorados, yo con tal vez dos de mis cinco sentidos, agarre a mi invitado y lo lleve a la pista. No se como, pero se y recuerdo perfectamente que cuando "I love you baby" comenzó a sonar y no me aguante de tomarlo de las manos y bailar el ritmo de ese tema tan pegadizo. Antes de que esta canción terminara el dj dijo que ya era momento de volver a las canciones normales de discoteca fue que hice lo que venia queriendo hacer desde el primer momento que conocí a Stephen. Lo mire a los ojos, le susurre si podía hacerlo y él lo aprobó, en el ultimo verso que decía: "No puedo apartar mis ojos de ti", por fin lo hice.

-No puedo apartar mis ojos de ti, Stephen.- Lo bese. Lo hice con todas las ganas del mundo, él me correspondido enseguida y yo pude jurar que me derretiría allí mismo. La canción ya estaba llegando a su final, por lo que le dedique las ultimas oraciones de la misma.- Oh, lindo bebé, ahora que te encontré, quédate.

-Y déjame amarte, bebé, déjame amarte.- Stephen termino la canción y volvió a besarme, en ese momento no había nada mas que nuestros sentimientos y nuestros labios unidos, estábamos completándonos y no hacia falta nada mas que nuestra calidez.

La fiesta había llegado a su fin un par de horas después, yo me encontraba totalmente perdido en él, estábamos en la vuelta a casa agarrados de las manos mientras nos apoyábamos mutuamente sobre nuestras cabezas. El padre de Dylan había sido tan amable de pasarnos a buscar a todos, a Stephen y a mi nos dejo en la casa de Kiren, este ultimo protestaba borracho que quería dormir con su novio y fue tanto lo que insistió que al final se lo terminaron llevando a la casa de Dylan, por lo que el resto del día solo seriamos nosotros dos, en la casa no había nadie, los papás de Kiren ya se encontraban trabajando puesto que ya eran las siete de la mañana.

Nos bañamos antes de acostarnos, obviamente él se baño primero y luego fui yo. Dormimos por varias horas abrazados, solo los dos, tranquilos, sin ningún temor, estebamos libres y podíamos disfrutar con mas intensidad este momento de tranquilidad.

Quería hacerle un pequeño detalle así que tome  mi libreta donde escribo mis poemas y comencé a escribir algo. Cuando termine lo dejé arriba de la mesa de luz del lado que estaba acostado junto a un brownie de chocolate que hice en la cafetería especialmente para él. No era la carta más poética o elaborada que se imagina, pero tenía todo mi sentimiento en ella, no me quede pensando en que decir, simplemente no pare de escribir.

Yo lo amo y nada, ni nadie me va a hacer cambiar lo que siento por Stephen.

"La casualidad aterradora de conocerte fue la misma que me hizo quererte, me llevaste lejos de mi mente y ahora no puedo soltarte. Podría pasar mil vidas amándote; me desviviría y desviviría solo por verte bien. En mi corazón solo estás vos, vos, vos y solo vos, mi alma te pertenece. Todo lo que tengo es para vos y todo lo que haga es por vos. Te amaría incluso estando incoherente o inconsciente, no me importa el resto cuando puedo mirarte a los ojos y sentirme completo. Si quedarme contigo significa renunciar a mi mala vida, lo haría sin dudarlo. Te amo, te adoro, sos todo lo que más admiro en esta tierra. Cada vez que veo el sol no dejo de sentir tu calidez, cuando la noche cae y la luna me ilumina siempre deseo que te quedes por siempre. Voy a derrumbarme y destruirme para que vos no lo hagas y si algún día me echas, voy a irme reprochando hasta que la clemencia me devuelva a tu corazón; llorando, pataleando, viviendo una vida insaciable, pero siempre esperando a que me dejes tenerte en mis brazos otra vez.

Thomas. X"

FIN