Capitulo 14: Brillando solo por ti.

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La profesora de historia daba la clase más aburrida del mundo, yo solo podía pensar en el recreo, en que me compraría para comer y en que debía de buscar a Kiren así comprábamos juntos. Bueno y también que tenía que hablar con Luca, pero en este momento yo solo pensaba en comer algo muy rico.

Gracias a los santos el timbre del primer recreo sonó y como el muerto de hambre que soy, salí primero. De verdad tenía ganas de comer algo hiper mega rico y al parecer Kiren tenía los mismos planes, nos chocamos llegando al kiosco.

-Qué bueno verte, ¡siento que hace siglos no te veía! - Obvio estaba siendo sarcástico, Kiren se reía de mi chiste absurdo. - Ven, necesitamos llegar primeros o se van a comer todas las donas.

-Dylan, hoy no abre el kiosco en el primer recreo. - Pare en seco, estaban en juego mis sentimientos y mi hambre. Él sonreía de esa manera única, no era de burla, ni de gracia, no sabría como describirla.

- Me estas jodiendo, mi dona, tendré que aguantar dos horas sin comer una. - Fingí ponerme deprimido, totalmente dramático. - Como no vas a avisarme antes, seguro es un plan tuyo para llevarte todas las donas. - Le picoteaba los brazos a modo de juego, estábamos en nuestra propia burbuja de risas y bromas, hasta que alguien nos interrumpió.

- ¿Estas ocupado?

- ¡Mierda! Pero no aparezcas así que asustas. - Estaba exagerando obvio, seguía en un aura de broma. - No, ya que no hay kiosco estoy libre.

-Genial, ¿podemos ir a sentarnos?

-Si, ve yendo, y te alcanzo. - Luca se fue hasta una mesa alejada y yo me di vuelta viendo a Kiren.- Espérame, ya vuelvo, tengo que hablar con él.

-Está bien, si me buscas y el recreo no termino todavía, voy a estar en mi salón. - Asentí y me fui con Luca.

Me senté y apenas antes de preguntar algo que Luca ya había comenzado a disculparse.

-Vengo a disculparme porque estos meses no estuve presente e incluso te ignore, no me enorgullece saber cómo actúe porque sé que no fue de la manera más madura, pude haber hablado contigo desde un principio y evitar todo esto. Pero no lo hice y me hace sentir mal porque te me acercabas y yo no hacía más que dejarte hablar solo. No voy a justificar mis actos, estuve mal y lo admito. - Estaba sorprendido, pero mi cara seguía seria. Era la segunda vez que se venía a disculpar por dejarme de lado. ¿Era un patrón que tenía acaso? - No quiero sonar más egocéntrico de lo que fui, de verdad que estoy consciente de lo que estuve haciendo y de que seguro te hice sentir mal. Por eso estoy aquí, pidiéndote perdón. - Por unos minutos no dije nada, estaba entre dos sentimientos, felicidad porque al fin se dignaba a disculparse, pero estaba enojado porque no era la primera vez que me hacía esto.

-Esta es la segunda vez.

- ¿Qué?

-Es la segunda vez que me lo haces, primero te alejas sin decir nada, me ignoras o me tratas mal, no dejas que te hable y luego te arrepientes y vienes llorando para que te perdone. La primera vez lo entendí, pero esta segunda vez ya ni le encuentro motivos. Si lo que quieres oír es que te perdono, lo hago, pero solamente porque no soy rencoroso contigo ni nada, lo hago porque es lo que necesitas oír a pesar de los millones de explicaciones que yo quiero oír. No te las voy a pedir, no las quiero saber. Lo que sí quiero saber es si tus disculpas vienen con el plus de volver a ser amigos como antes o si simplemente fueron disculpas para dormir en paz.

- Yo quiero que seamos amigos otra vez. - Sabía que estaba sorprendido de mi respuesta, pero yo cambie y a pesar de que quiero vengarme de uno, no voy a perdonar a otro así no más.

- Bueno, pero yo no. Y es lo más doloroso que tengo que soltar después de todo lo del año pasado. Me duele porque ya no confió en que esto no va a pasar una tercera vez, ya no confío en que me vas a decir de qué manera me estoy equivocando como amigo. No confío en ti, no lo hago Luca y me apena un montón porque yo te veía como mi hermano; no se si pueda volver a ti como si nada.

- ¿Conmigo no? Pero lo hiciste con Marshall. - Tenía razón, pero yo ya había aprendido.

-Pero no voy a cometer ese error dos veces. Si de verdad quieres que seamos amigos otra vez, tenes que demostrar que todo lo que yo di por nosotros estos años realmente significa algo en tu vida. Porque yo admito que en algunos momentos no llegaba a dar todo, pero lo intentaba y no me alejaba sin decir nada. Para mí es difícil mirarte ahora y no pensar en que seguiría dando todo por ti, pero pienso en si tu harías lo mismo.

Deje de estar enojado, ahora estaba triste. Sentía mis lagrimas caer de a poco, veía a Luca cabizbajo y sabía que también lloraba. Espere hasta que me miro y volvió a hablar.

-Quiero que sigas en mi vida, de verdad lo quiero, eres la única persona que ha estado conmigo siempre a pesar de todo y me duele un montón saber que solo te hacia mal. Pero quiero ser mejor, quiero ser un mejor amigo, quiero cambiar. Te lo juro, lo hare. - Supongo que me conmovió verlo llorar desesperado porque no lo dejara. Me levante de mi lugar, me senté a su lado y lo abrace.

-Está bien, volvamos a ser los de antes, pero por favor, Luca, hagamos el segundo intento bien, si te sientes afligido, enojado o lo que sea, no te alejes, háblame. Por favor. - Luca me aseguro de que lo haría y que cambiaría eso de sí mismo para que nuestra amistad funcionara mejor. Yo no iba a dejarle todo ese trabajo a él, obvio yo debía cambiar algunas cosas de mí también y lo haría.

Terminamos caminado hasta nuestro salón, el recreo todavía no terminaba, de los 20 minutos aún faltaban 10. Le dije a Luca que tenía que hacer algo antes de ir al salón, que si me necesitaba me llamara.

Hoy había sido el día de las disculpas otra vez. Pero hoy también, estaba decidido a ir un paso más allá, no iba a disculparme, quería confesarme. Camine hasta la clase de Kiren, aunque sentía que era demasiado pronto, no quería guardare más lo que me estaba pasando con él, estaba asustado, pero confiado. Al llegar escuche dos voces, una era de Kiren y la otra... era Marshall.

-Aléjate, no eres lo que busca-. Decía Marshall.

- ¿Y tú sí? Por favor, desde que te dejo que ya no eres lo que busca.

-No sabes nada, si fuera así no estaría atrás de mi cada vez que puede, ¿o no te conto como me llama en la madrugada porque no tiene quien lo atienda?

-Qué raro, lo mismo dijiste de Fátima y terminamos descubriendo que el que andaba atrás de ella eras tu. Promiscuo asqueroso. Te das el afán de tratar a Dylan como un cualquiera y el que está en cualquiera eres tú.

-En este caso si es verdad lo que digo. Date cuenta Eugenio, solo te usa porque eres el único que está a su lado, ni siquiera te ve como algo más, solo está solo. - Vi la cara de Kiren, vi como su expresión cambiaba. Estaba mal, estaba pensando mal.

-No digas cosas de las que te puedas arrepentir.

-No digo mentiras, él me lo dijo. ¿O te piensas que no se siente solo y deprimido sin nadie que le hable de sus amigos? Te usa Kiren, no te ama, no te quiere, no siente nada.

Infeliz y mentiroso. Iba a entrar al salón, iba a decirle de todo a Marshall, pero cuando entre no pude decir nada, los miraba a ambos.

-Genial, la estrella de la conversación.

- ¿Cuál es tu problema conmigo Marshall?

No dijo nada, se carcajeo y paso por mi lado sin dejar de mirarme de esa manera satisfactoria. Lo odio.

-Kiren.- Lo llame, pero él tenía su mirada en el piso. - ¿Le vas a creer? - No me respondía y de lejos podía escuchar las gotas de lluvia cayendo en el patio. El recreo termino y yo seguía parado mirando a Kiren, los alumnos empezaron a entrar y él volvió a su lugar sin mirarme. Yo me fui, pero no a mi salón, me senté abajo de la lluvia lejos de los salones. Comencé a llorar sin parar, había arreglado un problema y ya tenía otro.

¿Que estaba mal en Marshall? Todo arruinaba, mentiroso, imbécil, un verdadero hijo de puta. 

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