Capítulo 9: ¿Estamos fuera de peligro?

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Era tiempo de volver a mi casa, Marshall ya no necesitaba tanta ayuda y Lyna podía encargarse sola. Igualmente prometí ir a visitarla todos los fines de semana.

Cuando llegue a casa, papá me pregunto cómo nos había ido y le conté el estado de salud actual de mi exnovio. Parecía que estaba hablando con una persona totalmente diferente, me prestaba atención y hasta me preguntaba cosas del tema. Estaba raro.

- ¿Pa?

- ¿Qué pasa?

- ¿Esta todo bien? Es que es un poco raro que estés así de interesado por algo.

-Lo siento, ¿es muy abrumador? Es solo que estoy en algunas clases virtuales sobre cómo mejorar, pero si te está molestando solo decímelo y trato de ser menos intenso. - A la primera me sentí un poco culpable, estaba un poco en shock y después sentí felicidad.

Me tire a los brazos de mi padre y le susurre que le agradecía por intentarlo.

-No me molesta, solo me tomo por sorpresa, pero me gusta que quieras mejorar. - Él estaba feliz...- Yo, prometo hacer mi mejor intento también.

Si mi papá después de todo estaba queriendo ser una buena persona...

¿También podría estar intentándolo él?

No debería estar poniéndome en este modo melancólico, así que le propuse a mi padre salir al cine. Tuvimos una salida muy agradable, la pasamos bien, creo que hace mucho no me divertía así con él, realmente me gustaba esta nueva faceta.

Le pregunte a papá que haría él en mi situación, luego de contarle todo lo que paso con Luca, confié en él y le conté hasta lo mínimo.

Me dijo que, si no quería perder su amistad, que debía insistir un poquito más en que me escuchara, pero que, si yo veía que no había nada más por hacer, que era mejor alejarme y hacer nuevos amigos. Me dijo que ya se darían cuenta de que lo que había pasado no era para ponerse de esa manera inmadura y que ya volverían. Desee con todas mis fuerzas que así fuera.

Estaba acostado en el sillón mientras mi padre y Jessica hacían la cena, estaba aburrido porque no había nada interesante para mirar en la tele. De repente la puerta principal es tocada y me mandan a abrirla.

- ¿Luca?

-Perdón la hora, me surge hablar contigo ahora, ¿puedes?

- Si, pasa. - Él entro y lo invite a subir a mi habitación, no sin antes avisarle a papá.

Y en mi habitación, se propone a hablar.

-Perdón por venir sin avisar.

-No hay problema, ¿de que quieras hablar?

-Quería disculparme por no dejar que me explicaras y por haberte ignorado en los recreos, me gano el enojo e hice lo que no debía, enserio me da pena haberme comportado así, pero me enojo escuchar que, si habías estado con él después de todo lo que paso, pero más enojo me dio que no hayas confiado en mi antes para contarme; fui injusto en no dejarte hablar, a pesar de que me hayas dicho que no fue lo que pensaba. De verdad lo lamento.

-Está bien, acepto las disculpas. Yo también me disculpo, no quise decirte nada porque primero era algo personal de él y no quería contar algo que yo no debía, pero me disculpo por no haberte contado al menos que iba a verlo.

Ambos nos reímos, por el hecho de que era muy cursi que nos estuviéramos disculpando mucho.

- ¿Qué fuiste a hacer con Marshall exactamente?

-Estaba mal de salud. - Luca asintió. - Lyna me llamo el viernes después del examen, me dijo que él estaba muy mal y que si no fuera así no estaría pidiéndome ayuda básicamente. Me dio pena ella, sabes que hace todo sola y que no tiene ayuda de nadie. Me apiadé, no iba a dejarla sola, no a ella. - Otra vez asintió dándome a entender que comprendía por qué. - Estuve varios días en su casa, la ayudaba a calamar a Marshall y en algunos cuidados como ayudarlo a cambiarse o a comer. Ella ya no tiene fuerzas, Luca, no sabía cuál de los dos estaba peor. Si hubieras visto, yo fui una salvación para ella esos días.

Recordar esa semana en la casa de Lyna me daba un poco de lastima, ella también estaba enferma, pero a pesar de todo salía a trabajar todos los días, volvía y estaba con Marshall, luego se acostaba a dormir, pero yo lograba escucharla llorar y rezarle a Dios todos los días que su situación mejorara así podía cuidar mejor a su hijo.

- ¿Como se encuentran ahora?

-Están mejor, Marshall se está recuperando y Lyna también, por lo menos ahora puede dormir con un poco de tranquilidad. Fueron días muy difíciles.

-Pobre Lyna, sigo sin entender cómo puede seguir de pie después de todo lo que le paso, es una mujer muy fuerte.

-Si, lo es. - Se me escapo una lagrima al recordar los malos tiempos. - Pero ya están mejor, eso es lo que importa más.

Charlamos un poco más y antes de la hora de la cena, Luca se fue a su casa. Habíamos arreglado las cosas, él prometió no juzgarme antes de tiempo y yo prometí contarle las cosas que me estaba pasando.  

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