Capitulo 5: Va a ser difícil olvidarte una vez más.

11 2 6
                                    

Samuel había terminado con Marshall, por un lado, estaba aliviado, pero también me invadía la culpa.

Aunque me había dejado en claro que no tenía ningún resentimiento conmigo y que, es más, me agradecía porque de esa manera se dio cuenta de que estar con él no era fructífero; sentía que le debía muchas cosas, por eso estos días me mantuve a su disposición, lo acompañe en todo el proceso de ruptura y me asegure de hacerlo sentir bien y querido, mis amigos también estaban ahí, salíamos todos los días y la pasábamos genial.


Ha pasado todo un mes desde la fiesta y la ruptura, mi grupo de amigos ahora era un poquito más grande, Samuel y un par de sus amigos se habían vuelto parte de nosotros, ahora ya no éramos cuatro, ¡éramos 8!

Nunca había sido parte de muchos amigos, me gustaba.

Luca parecía estar más contento que todos, sobre todo porque una de las amigas de Samuel es la niña que le gusta...

Últimamente a los dos se los ve cercanos, yo creo que no les faltara mucho tiempo para que se declaren, a mi amigo le gusta desde que entramos a la secundaria, hace ya tres años. Creo que me hacen acordar mucho a cuando empecé a salir con Marshall, con la diferencia de que teníamos 13 y no 16, y nuestra perspectiva del amor era más inocente.

Marshall...

Hace días que no lo veo en su clase, bueno no es que me preocupe mucho, pero es raro no verlo con sus amigos los drogues y no verlo atrás de algún chico lindo. Normalmente estaría sentado en el tronco del árbol muerto en el patio mientras arma un cigarro. Pero hace casi dos semanas que no lo vemos ni en las filas de la entrada y la salida. No debería de estar pensando en él, después de todo no le importo cuando lo deje ni como me hizo sentir luego de usarme.


A la hora de la salida prendí mi celular ya que la hora anterior tuve examen y nos pidieron apagarlo. Apenas se prende, en la pantalla se pueden ver algunas llamadas perdidas de la madre de Marshall. Empezaba a preocuparme de verdad que algo haya pasado con él. Inmediatamente la llame y al segundo ya estaba contestándome.

-Dylan, querido. - Su voz se escuchaba con tristeza. - Lamento haber insistido tanto.

-Lyna, hola, ¿cómo esta? ¿paso algo?

-Es Marshall, yo sé que ustedes ya no están juntos y eso, pero ya no sé qué más hacer con él. - Cada vez me preocupaba más. - Hace dos semanas uno de sus amigos, Kiren creo, vino a casa a hablar con él y terminaron peleando. - Ya entendía por dónde venía todo esto. - Marshall y este muchacho se empezaron a golpear y no podíamos pararlos. Dylan, Marsh acabo internado debido a los golpes.

Ya comprendía, estas semanas no asistió a clase, porque estaba en el hospital.

-Dios, ¿cómo está ahora? ¿se encuentra grave?

-Ya estamos en casa, pero no ha querido salir de su cuarto, no quiere ir a estudiar y lo único que hace es ignorarnos. Ya no sabemos que hacer, lo visitaron psicólogos y médicos, dicen que está teniendo un cuadro depresivo. - Parecía ser grave la situación. - Siento mucho tener que molestarte, pero ayer le dio un ataque de pánico y pedía por ti, Dylan. Se que es mucho pedir, pero quisiera preguntarte si podrías venir a verlo, solo eso. No voy a obligarte ni nada, es más, entiendo si no quieres.

-No se preocupe, no debe disculparse por llamar, agradezco que lo haya hecho. Hoy a la tarde estar en su casa, ¿sí? Si necesita algo más, no dude en buscarme, por favor. - Su madre fue una buena suegra conmigo, era casi como la figura materna que nunca tuve. No podía decirle que no, aunque su hijo haya sido horrible persona, ella no merece mi rechazo.

-Gracias, de verdad aprecio que vengas, nos vemos pronto.

Colgué con un adiós y me dirigí a mi casa. Tenía que aprontar algunas cosas para ir a lo de Marshall, nada más que algo para compartir y darle a su madre, y por las dudas algo de ropa. No sabría si la situación se iba a extender y prefería estar preparado. No les avise a mis amigos sobre esto, no quería que me detuvieran, no lo hacía por él, lo estaba haciendo por su mamá.

Almorcé y luego me bañé, adelante alunas tareas y antes de la hora de la merienda ya estaba caminando a la parada de bus. No vivimos tan lejos, pero es complicado llegar a pie. Puse musical en mi celular y me coloqué los audífonos, era una playlist aleatoria, pero la canción que sonaba era conocida para mí.

Betty, de Taylor Swift sonaba a un volumen adecuado. Escuchando esa canción me preguntaba si Marshall en algún momento de toda nuestra relación pensó en disculparse conmigo, no sé qué fue ese pensamiento porque está claro que la respuesta es un no.

No faltaba mucho para bajarme, mientras otra canción sonaba, mire hacia la ventana, me sentía en esas películas que los protagonistas miran a la ventana con música triste. Me reí de mí mismo por imaginarme adentro de algún drama romántico. Ya tenía que bajarme, algo adentro de mi me hizo estar nervioso, no sabía que iba a hacer ahí.

Me baje y camine una cuadra hasta llegar a su casa, la última vez que estuve en este lugar me había traicionado a mí mismo, no me gustaba para nada volver, pero ahí estaba.

Toqué timbre y al ratito salió Lyna, me recibió de brazos abiertos y me apretó contra ella con una fuerza acogedora, le devolví el abrazo y me invito a pasar.

-Adelante, ¿Como has estado?

-Bastante bien, ¿cómo está llevándola usted?

-Es muy difícil, hay días que son buenos y otros que son una tortura.

-Lo siento. - Le di un apretón en sus manos a modo de comprensión. - ¿Sabe a qué se dio la pelea?

-No me ha querido decir. Supongo que fue por algo que Kiren le reclamo. No sé, cuando estaban gritándose pude escuchar que era alguna clase de reclamo, pero no escuché cual.

Lyna se encontraba en un estado de cansancio, se notaba que esto le estaba afectando y que no podía dormir. Hablamos un poco más y me invito a pasar al cuarto de Marshall, se me noto nervioso, pero ella me alentó y me dijo que si yo quería irme que ella no iba a obligarme a estar ahí si me hacía mal. Pero yo no quería irme, saber que había pasado era lo que me hacía querer quedarme.

Justo donde te deje.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora