No sabia cuanto tiempo había dormido, pero si sabia que era tarde y que mi padre no dejaba de marcar mi numero.
-Hola.
-¿Donde estas? Ya es tarde, pasare a buscarte donde estés.- Se escuchaba preocupado pero tranquilo.- Mándame la dirección.
-Ya te la mando.- Colgó y le mande la dirección, en menos de 20 minutos estaría aquí.
-¿Te vienen a buscar?- Me asuste, no me acordaba que estaba con Kiren al lado.
-Dios, me asustaste.- Él solo me sonrió.- Si, mi papá viene por mi.- Kiren asintió y antes de responderme algo, la puerta principal sonó.
-¿Sera él?
-No creo, recién estaba saliendo.- Nos miramos en silencio. Yo empece a ponerme mis zapatos y mi campera mientras que Kiren iba camino a abrir la puerta.
Como su habitación estaba arriba no lograba escuchar quien era, pero si el griterío que había. Me apresure a calzarme y baje corriendo las escaleras.
-¡LO QUE FALTABA!- Me estremecí con el fuerte grito que dio al verme.- Vengo y estas con él.- Mire desconcertado a Kiren mientras él me veía de igual manera.
-¿Qué haces aquí?
-Negocios que no te interesan. ¿Qué haces tu aquí?
-Negocios que no te interesan.- Mi cuerpo estaba caliente de la furia, como se atrevía a venir hasta aquí.
-¿Si? Seguro viniste a prostituirte, típico de ti para arreglar problemas.- No termina de hablar porque me encontraba encima de él, lo estaba golpeando con una fuerza que jamas creí tener. Kiren trataba de separarnos, pero no podía agarrarme, no iba a soltarlo.
-Imbécil de mierda, te crees la gran cosa pero sino fuera por mi ya estarías muerto.- Seguía dándole golpes, él parecía resistirse poco.- Arruinaste mi vida, mi reputación y ahora quieres arruinar mi entorno. No quieres dejarme, pero si te me acercas una vez mas te juro que no quedara ni tu alma.- A este punto había dejado de pegar, pero lo sostenía del cuello.- Marshall, querido. ¿No te alcanzo con la cartita? ¡¿NO TE ALCANZO!?
Kiren estaba sorprendido de mi actitud, yo también lo estaba, pero debía mantenerme al margen.
-Ahora, Thomas, no quiero verte cerca mio, no quiero enterarme de que sigues molestando a mis amigos. Estoy harto de ti y de tu inmadurez. Me quede contigo cuando nadie mas quería hacerlo, cuando estabas tan mal que ni tu propia madre sabia que hacer, estuve siempre ahí, cuidando de ti. ¡Y TODAVIA TE ATREVES A JODERME LA VIDA EN VEZ DE AGRADECERME Y DEJARME IR!
-Dylan por favor, déjalo, no vale la pena.- Kiren estaba nervioso, no sabia que hacer, como actuar, trataba de alejarme pero yo lo sacaba.- Vamos, saquémoslo para afuera, pero basta por favor.
-Ni siquiera quería que estuvieras conmigo. Jamas te ame, ni siquiera me importabas, me quede contigo por puro beneficio y dejaste de ser útil entonces deje de tomarte enserio. Pero mamá te amo, yo no podía seguir quitándole cosas después de todo lo que paso. Nunca en todos estos años te quise mas que para satisfacerme, porque para lo único que servias era para eso.- Me lo dijo orgulloso, como si todo eso fuera algo bueno.
-Lo se.- Me levante y lo mire.- Ahora levántate, toma la poca dignidad que te queda y no vuelvas nunca mas, no nos busques, no nos mires, ignóranos.
Él se levanto y antes de que saliera, el auto de mi padre estaba afuera. Salimos los tres de la casa, Marshall todo lastimado, Kiren asustado hasta los pies y yo, yo estaba feliz. Le di una mirada a Marshall, era de odio y amenaza, estaba seguro de que nos dejaría en paz. Termino yéndose de allí.
-Siento haber hecho todo eso en tu casa, no quiero que pienses que soy físicamente violento. Él se lo merecía.- Lo mire con total arrepentimiento.- Perdóname de verdad, no es algo que quisiera que vieras de mi.- Mi padre tocaba bocina.- ¡Ya voy!- Grite hacia el auto.
-No te preocupes, ¿estas bien? dijo cosas muy duras.
-Estoy bien, de todos modos ya lo sabia.
Kiren me abrazo y yo le correspondí.
-Ya me voy, lo siento mucho, luego hablamos.- Me despedí con un beso en el cachete, antes de subirme al auto Kiren me grito algo.
-¡También me gustas!- Yo le sonreí, papá me miro con cautela y diversión. Cerré la puerta del auto. Así que lo había dicho en voz alta...
Tenia muchas emociones en el cuerpo, por un lado el mal rato que pasamos con Marshall, pero por otro lado la felicidad que sentía de saber que le gustaba a Kiren también.
¿No es raro como cuando me arreglo con alguien siempre me peleo con otro?
Hay veces en las que no me entiendo, no entiendo mi entorno, no entiendo mi vida. Le pregunte a Jessica y a papá que debería de hacer en estos casos, no supieron que decirme bien. Me hablaron de que la vida nunca es certera y que es cambiante, que no siempre voy a estar bien con todo porque no todo tiene que estar siempre bien.
He comenzado a tomarme las cosas buenas y malas de otra manera, ya no me afectan en un 100% y las ogro contener de la manera mas simple y menos estresante posible. Quiero decir, estos días estuve mejorando bastante.
El miércoles, o sea hoy, llame a Kiren porque debíamos hablar sobre nuestros sentimientos, estábamos afuera del colegio yendo hacia la heladería de la esquina.
-¿Lo que me dijiste antes de irme es verdad?
-Si, obvio que lo es. Pensé que estaba siendo bastante claro.- Seguro que si pero no me di cuenta.- Te escuche antes de dormir y te soy sincero, tenia ganas de despertarte y bueno eso.- Se puso colorado, sabia a que se refería pero quería jugar.
-¿Que tenia ganas de hacer?- Mi tono de voz era entre pícaro y burlón.
-Metiche.- Me saco la lengua y yo puedo jurar que me derretía. -Sabes que la carta originalmente era mía.- Asentí.- Bueno, desde entonces que me gustas.- Puso su cabeza entre sus manos, con vergüenza.
-¿Hace cuatro años? Jamas lo supe, jamas lo note.- Estaba sorprendido, pensé que luego de la carta él había dejado sus sentimientos.- Eso entre que me alaga y me preocupa.
-¿Preocupa?
-Si, ¿como es que en tantos años sigo gustándote?
-No se, tienes ese efecto glorioso.- No lo creía, yo era super normal, como puedo gustarle por tanto tiempo.- De verdad, siempre quise estar contigo, pero sabia que él no iba a irse.
-Pero lo hizo y yo solito caí.- Kiren seguía colorado. Yo lo abrace.- Supongo que era cuestión de tiempo, ¿o no? Llegaste hasta aquí y ahora debemos continuar.
-¿Que quieres decir?
-Que quiero tener algo lindo contigo.- Nos separamos del abrazo, ambos estábamos vergonzosos y nerviosos.- Deseo que quieras seguir saliendo conmigo tanto como yo quiero salir contigo.- No tuvo que decir nada, su cálida sonrisa y sus ojos brillosos me confirmaron que había estado esperando este momento por mucho tiempo.
-Quiero estar contigo de la misma manera que quieres estar conmigo.
-Que bueno, porque yo quiero un helado.- Me picoteo la panza con los dedos y yo comencé a reír.
-Que bueno porque yo quiero algo a cambio de un helado.
-Manipulador, ¿que deseas?
-¿Puedo besarte?
Dentro de mi emoción solo pude asentir.
Kiren me miro, se acerco a mi agarrándome suavemente del rostro y me beso.
Me beso de la manera mas pura y romántica que jamas lo habían hecho. Todo mi cuerpo estallaba de felicidad, sentía en mi panza revoloteos de amor. Ahí eramos solo nosotros, no importaba el clima, el lugar, la gente; eramos los dos uniéndonos en un tierno tacto que podría jurar como la sensación mas dulce que alguien puede tener. Quería perderme en su delicada boca por el resto de mi vida, anhelaba poder tocar cada parte de él de la manera más emocional que me permitiera llegar.
Me había esperado por tanto tiempo que lo que nos pasaba ahora era algo mágico. Yo lo había esperado tanto tiempo sin ser consiente que ahora, lo quería vivir para siempre.
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Justo donde te deje.
RomanceIdas y vueltas sin saber que camino elegir, si dejarte ir o dejarte seguir. Dylan termina su relación con Marshall. Tienen recaídas y vuelven a ellos en varias ocasiones, no entienden sus sentimientos y mucho menos sus acciones. Pero su vida cambi...