Extrañamente mi trabajo estaba siendo menos denso, ya habían pasado casi ocho meses desde mi llegada y mis "jefes" me dejaban tener mas libertades, ellos ya se habían dado cuenta de que no tenia donde caer muerto así que no se preocupaban mucho por mi paradero, yo había tomado un carácter mas serio al momento de dirigirme a ellos o a mis clientes, si bien dejaba que hicieran lo que quisieran conmigo, siempre me mantenía al margen y correcto.
Faltaba casi dos semanas para la graduación, una semana para terminar el año y unos días para que sea mi cumpleaños. Consulte con ellos si podía por lo menos tener esa noche libre y sorpresivamente accedieron sin preguntar mucho.
Estas ultimas semanas íbamos a estar tapado de pruebas y demás, algunas para conseguir becas y otras simplemente para promover el curso. En mis tiempos libres lograba sentarme a estudiar, no se me dificultaba ninguna materia, me iba bastante bien, pero mi rendimiento bajo un poco cuando comencé a trabajar, por lo que, algunas materias debía subirlas con estas pruebas. Mi cumpleaños estaba mas que cerca, faltaban casi cuatro días y estaba seguro que no iba a festejarlo, la situación me lo impedía, también sabia que seguro iba a pasarlo con algún señor mayor en algún cuarto de motel. No me importaba, igual no tenia con quien pasar ese día.
Estaba en mi ultima prueba del año, llegue al salón primero y me percate que este era el salón de Dylan, quizá hoy estaría haciendo la prueba, aunque es muy inteligente como para estarla dando ahora. Pero allí lo vi, entro al aula y pude sentir su mirada en mi, yo mire mi banco y aunque paso por mi lado, no me atreví a mirarlo, no podía. El día que supe que él sabia de todas las cosas que yo hice, de como le robe la carta a Kiren, de todas esas estafas, de esos trabajos, supe que jamas me lo perdonaría. Cuando esa carta me llego, supe de primera que él me la había mandado, no sabe disimular, por un lado estuve contento de que supiera todo y que finalmente pudiera odiarme, quería que me odiara. No podía soportar pensar que igualmente todo eso le dolió, pero se que allí estaba él, que tenia a alguien con quien contar.
Estaba arrepentido y avergonzado, este tiempo que estuve así pude reflexionar, comencé a pensar en todo y tome la decisión de enmendar todo lo que hice, de ser alguien mejor, aunque significara dar mi cuerpo para creer que eso iba a hacerme dejar de sentir que no estaba teniendo algún tipo de karma. Llegue a la conclusión de que todo lo que estoy viviendo era un castigo, una consecuencia de todos mis actos, por eso sigo de pie, no me importa seguir sufriendo si eso significa obtener mi merecido.
En fin, la prueba comenzó y cuando faltaba media hora para terminar, entregue mi hoja y salí a la puerta para esperar que corrijan. Atrás mio salio alguien que no reconocí hasta que levante la cabeza y cruzamos miradas.
Saque de mi bolsillo una cajetilla de cigarros y saque uno, él seguía viéndome así que le ofrecí uno.
-No sabia que seguías fumando.- No me sorprendía, después de todo siempre lo había hecho.
-A veces lo sigo haciendo.- No estaba siendo descorteza, pero sabia que no quería hablarme.
-Ya.- No quería molestarlo asique no respondí mas. Él parecía estar analizándome y me puso nervioso con sus constantes miradas.
-¿Con quien peleaste esta vez? No recuerdo haberte dejado tan mal.- Me reí por su comentario, ambos reíamos.
-Nada mas me partiste la nariz.- Hice una mueca de burla- Igual lo tenia merecido.- Asintió en afirmación y volvió a mírame.- No me pelee con nadie, aunque no suene creíble. Solo es parte de mi trabajo.
-¿Tu trabajo consiste en que te peguen? Vaya rareza de empleo.- Él reía, pero yo quede completamente serio. Si tan solo supiera las cosas que me hacían. Una lagrima salio, ya no quería reírme.- ¿Marshall?- Estaba preocupado, mi silencio le otorgo una respuesta. Levante la cabeza y limpie mi lagrima.
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Justo donde te deje.
RomansaIdas y vueltas sin saber que camino elegir, si dejarte ir o dejarte seguir. Dylan termina su relación con Marshall. Tienen recaídas y vuelven a ellos en varias ocasiones, no entienden sus sentimientos y mucho menos sus acciones. Pero su vida cambi...