Margot Robbie

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MABEL

Suspire tirándome en la cama, estaba cansada y solo quería descansar un poco. Sonó mi celular, molesta conteste la llamada y eran los chicos. Espero que la llamada de ellos sea muy buena porque me interrumpieron mi tranquilidad.

Diga.

Escuche la voz de otra persona, frunci el ceño porque no era la voz Cameron sino la de otra persona, quien le decia cosas a lo largo, tal vez se fueron a pasar el rato.

Y bueno...

Será que puedes venir ayudarnos.

¿Qué hicieron ahora?

Su silencio de cinco minutos me confirmaron que habían metido la pata y bien grande.

Es que...

En menos de lo que canta un gallo, salí corriendo para llegar lo más rápido a mi auto. Es increíble que con esos idiotas solo en problemas se meten, me subí a toda prisa en el auto y arranque a toda velocidad. Entre a la estación de policía, busque con la mirada al señor de recepción creo, lo mire estar sentado viendo el móvil, con pasos rápidos me acerque al señor.

—Hola, buenas noches— saludo el señor solo menea la cabeza sin verme— ¿Disculpe?

El tipo levanto la mirada, al ver mi cara se acomodó mejor en la silla. Suspire con fastidio al ver que sonreía falsamente.

—¿En que le puedo ayudar señorita?

—Hace como diez minutos trajeron a dos chicos que tuvieron una pelea en un club.

—Dejeme ver primero— busco en el ordenador— ¿Me puede dar los nombres?

—Cameron Robbie y Jordan Santos— respondo.

El tipo asintió buscando los hombres en la lista que tenia. Es que acaso no sabe leer rápido este tipo.

—¡Si aquí están...!— dice después de una eternidad— Solo que para salir se tiene que pagar la fianza de ambos.

—¿Cuanto es?

—treinta mil dólares...– Me iba a dar algo al escuchar cuanto se tenia que pagar de fianza, no es que sea tacaña pero que caro es para pagar una fianza dios mio.

—No sabia que la comisario era de cinco estrellas ahora.

—¿Pregunto algo señorita...?

—Si que donde tengo que pagar.

Después de todo el papeleo para sacar a eso imbéciles, me dejaron entrar para verlos. Caminamos unos pasos más hasta que me detengo enfrente de la celda de estos par de pendejos.

—Pero que lindo el hotel de cinco estrellas en la que viniero a parar ¿no?

Los dos quienes se levantaron de golpe, viéndome con miedo, es que de verdad que no puedo con estos dos yo. Un día me dará un infarto de tanta estrés que me causan.

—Mabel...

—Me cuesta entender, el porque nunca usan el sentido común— digo con tranquila— Me lo van a explixar todo ahora.

—Lo que pasa...

—¡Es increíble con ustedes! ¡No los puedo dejar un segundo porque ya se meten en problemas!— grito alterada— Den gracias que la celda aun sigue cerrada porque sino entro ahi y me los agarro a golpes.

—Mabel lo sabemos pero te puedes calmar un poco.

—No me calmo nada, no quiero escuchar mas tonterias de ustedes dos— me cruzo de brazos— No puedo creerlo con ustedes dos, de verdad que no se en que pensaban.

ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora