Nicole Wallace 7/7

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NICOLE

Viernes. Club. Terraza.
La noche llena de estrellas prometía risas, borracheras y chismes, porque era la fiesta Julio por su cumpleaños y esto era una gran fiesta, ósea todo era de la puta ostia y ni se diga de la gente que se hecha sus puros de alcohol por las esquinas del club. Al llegar nos mezclamos entre la gente, creo que necesitaba algo para calmar esta rabia y coraje que tengo de solo pensar lo inmadura que es Alena, me evade, me ignora, no lee mis mensajes y lo peor de todo es que ahora vivimos en la misma casa porque trabajo con su mamá y mi trabajo me implica estar con ella todo el rato, pero esta noche no va a impedir que me ponga borracha, bueno tal vez un poco, no como la última vez que termine cagandola con Alena por completo.

—¡Nikii! ¡Mira te traje este trago especial, el barman dice que son la ostia estas bebidas!— trajo dos bebidas diferentes a las anteriores, se que estoy pasa de copas pero veía como burbujeaba el vaso— Se miran de puta mierda ¿verdad?

—¿Como se llama está bebida?

—¡Se llama Lenna, la diosa del orgasmo!— grito porque la musica estaba muy alta y apenas podias escuchar lo que decia la otra— ¡Dicen que te lleva a otro nivel!

—¡¿De verdad se llama Lenna?!

—¡Si tomatelo ya!— Clara bebio de un trago su bebida.

Yo aún seguía observando el vaso, no qué mal estaré pagando yo para que una bebida me haga recordar a Alena suspiré porque todo me recuerda a ella— ¡Tomatelo el tuyo ya! ¡Esto esha de puta mierda¡

Sin esperar más me tome el trago de un solo, sintiendo el sabor amargó y dulce que pasaba por mi garganta, al principio sabe horrible pero ya cuando pasa, se siente un sabor a menta muy distintos a los otros tragos, pasaron las horas y horas, mientras yo seguia disfrutando de la fiesta entre todos, todo estaba bien hasta que alguien aparece enfrente mío.

—Veo que ahora eres la típica chica fiestera— señala el vaso que traía en la mano.

—Veo que por fin sacaste la basura y la dejaste botada en algún lugar— dije refiriéndome a la rubia.

Alena sonríe abiertamente, rode los ojos al ver su sonrisa radiante, podia apostar que te algo estaba pensando por eso su sonrisa crecio más. Pero lo que más me molestaba que estaba de la mano con esta tia que ni se de donde la saco para empezar.

—¿Quieres que te consiga un poco de servilleta? Es que tienes un poco de celos en la barbilla.

—Por favor— suelto una carcajada— Celos de tan poca cosa como ella.

—Me imagino que esta poca cosa soy yo...

—¡Qué como es que adivinas!— dijo con burlas.

Alena era un imbécil cuando se lo proponía, sabía que me estaba muriendo de celos, pero mi orgullo estaba más primero que cualquier cosa y no le iba a demostrar. Ella piensa que dándome celosa con una copia barata mía esta equivocada.

—Ya veo que tú no me puedes olvidar— fruncio el ceño— Es que mírate no sabes elegir a tus ligues que consigues una parecida a mi ¿no?

—No todo gira alrededor de ti Nicole— lanzo— Así que no te hagas la del rogar por favor que no te queda.

—Vaya la cosa tiene ser seria ahora como para que me digas Nicole y no bonita...— reprochó con dolor— Qué poco te duró las palabras esas donde me decías que me querías solo a mí y que te diera una oportunidad.

—Tú misma me dijiste que no querías nada conmigo.

—¡Y tú tan obediente!— grite desesperada. Sentía una mezcla de emociones en mi pecho justo ahora, no quería admitir que me estaba muriendo ser yo la que estuviera abrazada a ella en estos momentos.

ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora