Nicole Wallace 3/3

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NICOLE

—Como te seguía contando, amo el pastel de carne, prefiero lo saldado, soy inteligente— suspire con fastidio— Se podría decir que soy la nerd de la clase, ya que lleve a lo más alto a los de la universidad.

—No entiendo porque me cuentas todo esto si no me interesa.

—Si te lo cuento es porque que me encantaría conocerte— Alena le dio un sorbo a su café— Quiero saber todo de ti, que es lo que te gusta, lo que te molesta, tu color favorito.

Su insistencia me estaba cansando a tal grado de ponerme de malas, no entiendo que mal hice en mi pasado, para sufrir este castigó. Desde que llegamos ella no ha parado de hablar.

—Yo no estoy interesada en conocerte— digo de manera seria e indiferencia.

—Porque ¿no?, yo si quiero conocerte mejor y saber más de ti— sonríe como estúpida— ¿Crees el amor a primera vista?

—Ni a primera, ni segunda vista.

Alena suelta una risita.

—Entonces, no crees en el amor.

—No, eso es del diablo— suspiro, jugando con el pedazo de pastel que tenía en mi plato. Alena sonríe ampliamente, meneando la cabeza. Su pelo negro y bien planchado cae a los lados de su cara.

—Yo puedo hacer que cambies de opinión, con respecto a eso— aparta su mano de la mía— No sé qué haya pasado, para que estés así y no te des la oportunidad de conocer a nadie, pero...

—Mi vida personal es algo que a ti no debería importarte— le corte— Es más nos conocemos hace tres días. Tres días nada más y tú quieres el cielo completo.

—Es tiempo suficiente para mí.

Rodé los ojos irritada, por culpa de ella.

—No inventes, ni Jesús se atrevió a tanto.

Creó saber cuál era la mirada de todos, y es que Alena era la chica linda que salía con todo mundo, y de seguro yo era una más en su lista, por eso su insistencia en querer conocer todo de mí.

—Alena pierdes tu tiempo, si piensas que yo me iré a la cama contigo.

—¿Quién ha dicho que yo te quiero para eso?— respondió molesta— No sé qué hayas escuchado de mí, pero te aseguró que no soy ese tipo de personas.

—Pues lo que sea, pero no me interesa nada de ti y esos es todo.

—Al menos déjame ser tú amiga— negué— ¿Tampoco la tengo cierto?

—Te diré una cosa, nada más por qué no pienso repetirla. Yo vine al pueblo para poder tener una vida estable, no vine aquí para hacer amiguitos y menos jugar a la adolescente enamorada.

—Pero....

—Pero nada.

Dicho eso, me levanto de la mesa tomo mis cosas y pago lo que yo pedí hacer ratos y me voy de esa cafetería, espero que con esto le quede claro que no quiero nada con ella, y así me deje de molestarme, no lograba ver ningún taxi, así que caminé unas cuadras buscando uno, para poder irme ya, en unas horas oscurecería y no quiero perderme, cuando siento que alguien me toma del brazo, deteniendo mis pasos.

—Vaya que si caminas rápido— trago saliva y la miro a los ojos.

—¿Qué quieres ahora? — digo con la intensión de zafarme de su agarre— Suéltame.

—No, no lo haré.

—Si, no me sueltas voy a gritar.

—Muy maduro de tu parte gritar ¿no? — dice con sarcasmo.

ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora