ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)

Kylie Jenner

AYLIN

—Chicas deberás que no se hubieran molestado— les digo apenada— Yo en casa me hubiera recuperado en un par de días, además ahí me iban a cuidar...

—Cómo crees que te íbamos a dejar a ir así.

—Bueno, pero si se quiere ir a su casa quien somos nosotras para impedírselo— murmura— Estuvimos tres días enteros en el hospital cuidándola y ahora que le van a hacer de enfermera también.

—Kylie por favor— a regañadientes solo rodó los ojos cruzándose de brazos nada más.

—Hay bueno me quedó callada.

—Tú eres la que más debería estar agradecida con ella— la miro de reojo— Porque por defenderte a ti fue que ella salió herida.

—Ahora resuelta que le tengo que...— hizo una pausa— Saben que ya no quiero seguir hablando de esto, me aburrí hablar de lo mismo.

Suspiro.

—¿Qué?

Me acomodo bien en el sofá, pero mi cama es mucho más acogedora que esta.

—Es una pena por ti, por no cumplir con tu deseo de que me hubiera muerto— digo con ironía— Porque sé que en el fondo lo deseas tanto.

Rodo los ojos.

—Mira no seas ridícula.

—Yo solo digo la verdad— murmuro.

—Mira puede que me caigas un poco mal— asentí— Jamás le desearía la muerte nadie, pero ni creas que con esto tú y yo vamos a hacer las mejores amigas, porque no te soporto.

—Qué bueno que lo tengas claro, porque el sentimiento es mutuo

Le sonreí falsamente.

—Idiota— susurra irritada.

—Bien, Kylie vas a ayudarle a limpiar sus heridas.

—¿Yo por qué?

—Porque yo no puedo...— respondió Kendall.

—Pero yo tengo que ir a ver a los niños...

Las cuatro desaparecieron de la sala dejándome con Kylie que ahogo un chillido de rabia al ver que sus hermanas la dejaron sola y bueno Kris solo le dio una mirada a su hija menor y también se fue, dejándola con tremendo lío.

—¡Me las van a pagar!— chilló.

—No, te preocupes que yo puedo limpiarme las heridas.

—Tampoco te hagas la ofendida— fruncí el ceño— Yo te ayudaré a limpiarla.

Asentí de malas.

Ambas subimos al cuarto que las chicas habían preparado para mí, después de subir los escalones con dolor, llegamos a la habitación, directo entre al baño a lavarme la cara un poco, porque quería refrescarme, después de unos minutos salí del baño, me encontré a Kylie parada en una esquina mirando el suelo.

—Si, sigues así le harás un hueco al piso.

Me rio

Kylie levanto la mirada encontrándose con la mía, di unos pasos más y llegué a la cama, de verdad que necesitaba una cama como estas. Así que me acosté olvidándome del golpe que tenía en las costillas.

—¿Dónde está el botiquín?— señalo el baño.

En silencio la pelinegra saco el botiquín y de inmediato lo tomo para después sentarse a mi lado y empezar a curar y limpiar con alcohol y había puesto curitas en todas partes, en ningún hice alguna mueca de dolor porque realmente esta mujer no sabía lo que estaba haciendo y tampoco le dije algo por la forma que me disque curaba, porque realmente todo está mal hecho.