ONE-SHOT DE FAMOSAS - II (Historias Cortas)

Gigi Hadid 2/2

ORIANA

—Esto es una guerra declarada Oriana.

Gire a verla a los ojos fijamente. Si que tenía agallas para apuntarme con el arma, en el fondo me sentía orgullosa de algo haya aprendido, aunque debo admitir que no es la misma Jelena que conocí hace seis meses atrás, la que tengo frente a mi es completamente otea persona, su mirada ya no reflejaba dulzura ni timidez a como era antes, es como si fuera una versión nueva de ella misma solo que más fría, indiferente conmigo, sus ojos eran dagas directo a mi corazón, me miraba con desprecio y odio.

—Perfecto esto es guerra declarada Jelena— quede justo enfrente del arma que apuntaba a mi cabeza— Pero si quieres te puedo ahorrar el trabajo y me matas de una vez.

Di otro paso más.

—No tienes miedo que te este apuntando con el arma que me regalaste.

Suelto una risita.

—¿Sabes porque no le tengo miedo?— negó— Porque no eres capaz de matarme, no tienes los cojones para hacerlo, tampoco porque no quieres cargar con una muerte y porque en el fondo no quieres matarme...

—¿Tú crees que no soy capaz?

Trague saliva.

Podía ver como le temblaba el pulso. Una mala jugada ella puede apretar ese gatillo y salírsele una bala, pero confió más en mi intuición de que ella no es capaz de matar ni mosca, solo lo esta haciendo para asustarme y de poder intimidarme, pero no le iba a dejar verme nerviosa por pensar que se le puede escapar un tiro.

—¿Si eres capaz o no?— levante los hombros rendida— Eso no me importa solo termina con esto de una vez y con este dolor que siento por culpa tuya.

—Si, me entero que tu fuiste la que secuestro a mi hermano, te juro por mi vida que una bala romperá tu cráneo en dos pedazos— añadió— Te juro que soy capaz te dispararte, así que no me pongas a pruebas y devuélveme a mi hermano.

Suspiro irritada.

—Ya no se que más hacer para que entiendas que yo no lo tengo— dije frustrada— Vaya, digamos que yo secuestre a tu hermano como tu lo dices ¿Qué me harías?

Silencio.

—¿Me denunciaras?— sin respuesta— Me mandarías a la cárcel a mi, la única persona que te ama con el alma, puede que mi papá tenga negocios ilegales y que eso me persiga de por vida, pero te puedo asegurar que jamás hemos secuestrado a personas para amenazarlos o cobrarse un saldo pendiente, los Alanís no somos esa clase de personas y aunque no me creas Alex fue la primera persona que yo mate en mi vida y fue para protegerte.

—¡CÁLLATE!— grita.

—¿Esta mal protegerte? Porqué eso fue lo que yo hice, protegerte, de un abusador y me manche las manos, pero no me importa porque eso te salvó a ti.

—Ya no sigas por favor, ya no digas torturando de esta manera por favor.

—No seas cínica yo solo te estoy tortura desde hace una hora y tú me has torturado desde hace seis meses, metiéndote en mi cabeza— murmuró— Te quedaste en mi sistema en mi cerebro como un recuerdo para siempre, pero ya se que el amor es para estúpidos y que no todo en la vida es color de rosa...

Jenela pensando que decir, pero de su boca no salía ninguna respuesta a lo que pregunte, ella no era capaz de hacer nada.

—¡Tienes las horas contadas para devolverme a mi hermano!— ordenó.

—Yo te voy a demostrar que yo no soy la mala del cuento como te lo pintaron a ti— termine de cortar el espacio y sentí la punta del arma en mi frente, podía ver los nervios de la rubia, pero no me importo— Y cuando haya encontrado a tú hermano, te voy a demostrar quién es en realidad Kevin.