Los momentos por los que viviste; en el mejor de los casos, solo fueron fugaces. Enviaría por ti, como siempre hacía, eligiendo a una de sus favoritas de la tienda de mujeres dedicadas por completo a mantener contento al Khal, con ojos que ardían de envidia siguiéndote mientras te marchabas, lista para él. Siempre lo hicieron.
Caminando sobre el terreno seco, miras al cielo, ves que la luna comienza a salir, sabiendo que el orbe plateado brillará completamente a través del cielo nocturno oscuro cuando termine de salirse con la suya. Él nunca te permite quedarte hasta el amanecer.
Entrando en su tienda, lo encuentras esperándote, atrayéndote como siempre el esplendor de su desnudez, acercándose a grandes zancadas y tomándote bruscamente del brazo, como suele hacer Drogo. Rara vez muestra algo menos que un reclamo dominante, arrastrándote a su cama, haciendo un trabajo rápido con tu ropa.
- ¿Cómo me quieres esta noche, mi Khal?- preguntas, tu Dothraki impecable.
Él habla la lengua común, mucho más de lo que jamás permitiría, sin embargo, solo te has comunicado con él en su propio idioma.
Se toma un momento para la contemplación, su dedo recorriendo la línea de tu mandíbula.
- Boca abajo, culo arriba-
No es sorprendente. Siempre prefiere tomarte por detrás. Sientes su peso sumergir la cama detrás de ti, una mano colocada en la parte superior de tu columna y la otra comenzando a acariciarte. Su mano está aceitada, como es su única consideración real por ti, que seas lo suficientemente resbaladizo como para envainar su enorme polla. Foreplay es una palabra desconocida para él, en cualquier idioma.
Es sorprendente para ti, mientras tus pliegues están separados, que él simplemente no ha hecho lo mínimo para mojar tus paredes y penetrarte rápidamente, sus dedos recorriéndote, explorando la carne suave como un pétalo de tu sexo. Esas yemas de los dedos resbaladizos giran alrededor, hasta que alcanzan tu pequeño brote, un suave jadeo revoloteando de tus labios, Drogo enfocándose en él.
- ¿Bien?-
Sin embargo, estás confundido, gratamente.
- Sí, mi Khal-
Se toma un momento de pausa, dejando de frotar.
- ¿Realmente? ¿O solo dices esto para apaciguarme?- se inclina hacia ti, su aliento caliente contra la parte posterior de tu cuello- Dime cómo te gusta-
Estás demasiado asustada de provocar su ira aterradora como para siquiera preguntarte por qué le importa, solo gratamente sorprendido de que, por una vez, realmente lo haga.
- Un poco más suave para empezar, menos presión-
Cuando sus dedos comienzan a hacer círculos de nuevo, es pura felicidad, tus labios se separan en un suave gemido.
- Solo así, mi Khal-
Se endereza, sus ojos oscuros observando, encantado por la vista de ti extendida ante él, sus dedos acelerándose un poco, arrastrándolos de un lado a otro, ofreciendo lo mismo en tu entrada, tu excitación bañándolos. Le gusta eso, la sensación de la seda mojada calentando sus dedos, empujándolos dentro de ti, un gruñido resonando en su garganta.
- Remojándose- gruñe, arrastrándolos hacia atrás, volviendo a tu capullo dolorido- Te sientes hermosa-
Debe ser diferente para él sentir la excitación de una mujer, ya que puedes apostar que nunca antes lo había hecho. Aceita a cada puta, rociando su polla, follándolas hasta que baila con las estrellas antes de que las dejen de lado, ya que cumplieron su propósito.
